Capplannetta y el demonio

Willian Blake dijo: –cualquier poeta, sabiéndolo o no, está de parte del demonio. Yo estoy en la mitad de tamaña observación. Estoy entre el demonio y Dios de la misma manera que Leopoldo María Panero escribió una Oda a Satán. El demonio tiene algo de atractivo. Es como aquel dicho que dice qué cara más angelical tiene el demonio. Y es cierto, el demonio es atractivo, pero los monjes de la Edad Media eran feos y estaban consagrados y casados con Dios. La lucha entre el demonio y Dios viene desde el antiguo testamento con la muerte de Abel a manos de Caín con una quijada de burro. Mucho antes sus padres comieron el fruto prohibido. Judas Iscariote traicionó a Jesús por treinta monedas. Después lo besó. Y Pedro, el que puso la primera piedra en el Vaticano negó a Cristo tres veces antes de que cantara el gallo. El demonio tiene buen gusto según dicen los Rolling Stones en Sympathy for the devil. Y es que el demonio atrae porque ni cree en el amor ni tampoco en el libre albedrío. Y este mundo es una papel de calca de esos deseos demoníacos. La sombra de Caín está tan arriba del cielo que se ve desde la tierra. Willian Blake era un poeta visionario. También hay quienes dicen que los Beatles cayeron en desgracia al afirmar que eran más famosos que Dios. El nazismo es sin duda un infierno en la tierra. Pero estamos salvados. Tenemos suerte. Están los estadounidenses que en su himno dicen confiamos en Dios. Y sí, confían en Dios, por eso creen ser los amos del mundo. Permitir el hambre en los niños y en los mayores es una aberración en la que Dios está sordo, maniatado o el diablo se la ha jugado. En Haití está el demonio por doquier. No sé si se les olvidó a los franceses entre tanta cabeza rodante que guillotinaron o en el mismo lugar está Rasputin que era amigo de la zarina de Rusia. Pero en Rusia hay más de un demonio, estaba Stalin, y en Alemania Hitler, y en Japón Hiroito. En Italia Mussolini y en España, bueno, en España estaba plagada de demonios que algunos están enterrados en basílicas. El demonio no es una broma. Es un ángel caído. Pero yo sigo teniendo estás dicotomías existencialistas que poco tienen que ver con la religión. Entre el yingyang y el cuatro todo es posible. Los chinos no creen en estas cosas, les atrae el ocho, aunque el demonio conozca todas las lenguas jamàs se parecerá a San Francisco de Asís que hablaba con los animales. El demonio observa, calla y observa, y tras la psicosis espera el momento oportuno para darte una señal o un ruido negro que te ponga nervioso y quieras volver con mamá. Los perros y los gatos ven al demonio. Pero los arcàngeles y los gitanos están al lado De Dios. Lo único cierto es que el demonio da más miedo que Dios, y de eso se ha encargado bien la industria hollywoodiense. Marilyn Manson es un súcubo del demonio. Pero Marilyn Monroe era una diosa y para muchos una musa. El cine está plagado de demonios. Lo saben o sabían los hermanos Lumier y Tesla, al que Electra le concedió su gracia se la arrebató Edison. También están los socios Smith & Wesson que crearon pistolas con las que muere mucha gente en Estados Unidos y en todo el mundo. La verdad, si es que la verdad existe en esta parte del mundo, iremos a Wall Street que estará.