He optado por rellenar mi blog de momentos felices que son mejores que las tristezas. Lo triste aburre, te margina, te condena al ostracismo. La gente espera de ti que les ayude tu alegría. Que todo sea coser y cantar. Si una cosa es triste es mejor omitirla. Aunque comprendas que eres un ser menor, con un Dios menor, todavía te quieres. Me quiero porque sé que soy el único que debe hacerlo. He decidido que todo me debe importar una mierda. La gente es ego y vanidad, es ególatra y prejuiciosa. La gente, la gente, siempre tiene que tener la culpa la gente. Odio el mundo. Lo odio porque cuando estoy solo soy sólo yo. El mundo no es de nadie. El mundo es de los ganadores. Una legión de perdedores acude a la sopa que te dan en el almuerzo. La gente no tiene la culpa de nada. Muchas veces somos nosotros mismos quienes despertamos a los fantasmas. Un monstruo he sido, desfigurado e insatisfecho. No me como a nadie, pero me cuelgan un sambenito tras otro. Y sigo en la cola del pan. Con mucha prisa, con tanta prisa que es ansiedad mi espera. Escribir es mejor que escribas sobre algo coherente. Algo que no dañe a nadie. ¿Se puede ser persona cuando el miedo te hace esclavo? Hay cosas que no se pueden aceptar, bajo ningún concepto. La vida es demasiado corta para malgastarla en gente que envidia, te humilla y te infravalora. Siempre la gente. ¿Porqué no te miras a un espejo? Porque me da miedo ver mis cicatrices y mis vísceras en el suelo. Tener miedo te hace esclavo. Si yo no hubiera hecho las verdaderas cuestiones de la vida no tendría miedo del matrimonio entre el cielo y el infierno. Los aborrezco a ambos. Tomad felicidad.