Capplannetta y los demonios

Sympathy for the Devil es un tema conocido de los Rolling Stones y en él se mencionan varios hechos históricos donde se le atribuyen al demonio los boicots y conspiraciones a lo largo de la historia. También se pone de antemano que traten al demonio con elegancia y respeto ya que es un hombre de buen gusto y le gustan las buenas maneras. Viniendo del demonio se puede esperar cierta parafernalia vanidosa y mordaz. Sus Satánicas Majestades hacen alarde, sobre todo Mick Jagger, de una ropa en la que hace un juego interpretativo de gran belleza y picardía con un guiño hacia el demonio llevando la actuación a ser simpática. Dostoyevski escribió un libro titulado Los demonios, aunque pudieran ser los demonios de la locura y las almas atormentadas. Los demonios verdaderos se encuentran próximos a nuestra cercana vida rutinaria. Todos tenemos reflejos y aires demoniacos y al mismo tiempo un buen ángel que nos dicta la conciencia. A veces el deseo y las debilidades son tentaciones tan lejanas que el hombre se ha acercado a estas con demasiada frecuencia. Hay un infierno en la tierra. Todo el Siglo XX ha sido una batalla ganada hacia las deidades y parece ser que el Siglo XXI también puede que lo sea. —Los demonios somos nosotros, le dice Malory a Mickie cuando están ante el fuego de la hospitalidad del hombre indígena que Micky asesina tras una pesadilla mientras el indio hace un conjuro chamánico. Es en la película Natural Born Killers para más señas. Oliver Stone hace una crítica a la sociedad estadounidense y su relación con los asesinatos en serie y a veces en masa. Sin duda el infierno existe. En el nazismo cabe la pregunta que ya dictaminó Primo Levi, superviviente del holocausto que nos dice Si esto es un hombre…como queriendo insinuar la falta de humanidad ante la barbarie nazi. Sin duda la Iglesia también tiene su impronta de demoníaca participación, ya desde los Borgia hasta el envenamiento del Papa Juan Pablo I. Desde la iglesia con la inquisición, y tiempos inmemoriales el hombre lleva la sombra de Caín en su idiosincrasia. Como decía el poeta Jaime Gil de Biedma ….sin duda no es un mundo para vivir en él….la humanidad tiende al colapso y su propia autodestrucción. Y esto no es nuevo. Lo podemos comprobar demasiadas veces en nuestras efímeras vidas.