Capplannetta fugitivo del destino

Ahora, precisamente ahora, me dejas empotrado como un armario. Yo quisiera llorar de tanto morir, tengo la gangrena en el pensamiento y hay que cortar, cortar de una tajada. Dicen que la amistad que ayuda a la alegría de sus semejantes es querida y dichosa. Yo lo único que he visto es un montón de cáscaras tras haberme dejado la vida vegetal de mi especie. Aquellos que tienen un cielo qué suerte y qué pena. Pues no pueden encontrar lo que buscan y usan violencia gestual, verbal, pretenden verte con miedo, es un minuto o tres horas, o siete días en el que cambia la inocencia. Siento que hace años atrás, justo cuando nací, ya sabían de mi locura, de mi pensamiento en la necrología de aquellos que pierden dinero, de los cabreros acostumbrados a andar eriales y cañadas reales, otros pierden la esperanza gaseosa, otros pierden la cabeza. Ahora esos amigos que venían a buscarme a casa de mis padres, se los tragó la diferencia secreta de los hijos del sol. Se puede ser esquizofrénico de mil maneras. Yo lo he perdido todo. Y el piso me pisa y yo lo que quiero es ser errante. Como los gitanos. No quiero esclavitud. No quiero mandar ni que me manden a mí. Pero hay cuestiones por las que pasa un hombre con sentido del humor, que no son ni la mitad de la que ese que sufre, llora y está solo. Muy solo. Ni padres ni hermanos ni amigos, te sacarán del hoyo. Quizá otra Tierra, otro país, cap plannetta. Si yo no hubiera nacido en el jardín de la alegría donde yo miraba con el pestillo seguro de su individualidad. Donde yo tenía la mente dedicada a múltiples empeños. No me da miedo decir esto que siento. Porque si ahora estoy solo es porque estaba cantado, todo sigue su naturaleza. La violencia engendra violencia, y tanta violencia dispone el pendenciero que le duelen las manos de golpear. Porque todo es un boom, un crack, un input, y termina outsider. La guerra que empezó siendo un pacto entre damas y damiselas desde que el infierno se casó con el cielo. Algún día, ahora que estoy en mi celda, escribo y escribo. Digo esto sin tapujos. Y viene el loco, viene Cervantes,, ya viene y no viene. La paliza menta que por causalidad que deja moratones. Que no se escape, vivo o muerto.

Deja un comentario