Capplannetta y el dulce amor empalagoso

En esta vida para llegar a ser fuerte, para no tocar fondo, tienes que reinventarte. Es como cambiar de pluma, pelo o piel. Si algo nos enseña la naturaleza es a sobrevivir. No es fácil la vida. Y no pretendo ser panfletario, ni un Paulo Coelho de segunda mano. No quiero ser gurú de ninguna conciencia. A veces amar es como atiborrarte de chocolate. Una borrachera de vomitares. Cuando eres inocente, puro e inmaculado la vida te pondrá la zanca y tropezarás como un torpe patoso. En esta vida hay momentos pesados. Como si pusieras plomo en tus botas. Entonces ahí, en ese instante tienes que demostrar tu madurez. Hay personas, como es mi caso, que no hemos nacido para amar. Una pregunta: ¿si no tienes la capacidad de aguante suficiente para llevar a cabo una relación de pareja vale la pena seguir resistiendo? El amor tiene fecha de caducidad. Hoy no aguantamos a nadie a nuestro lado. Porque cuando una pareja te da amor, y tú la correspondes, al final se pudre el fruto perecedero del amor. Mejor solo. Mañana es miércoles, y pasa tan deprisa… Antes de salir en un telediario prefiero estar tranquilo, sin ningún cargo de conciencia. Dormir tranquilo sin nostalgias ni recuerdos traicioneros. Tienes que ser fuerte. Hoy en día la familia es una institución sobrevalorada. Cuando falta un comensal en Navidad, cuando los cumpleaños no son lo mismo, entonces llega el momento de la retirada. Y lo que era una familia se disgrega. Se dispersa. Y la verdad es que ya no es lo mismo como cuando se era una familia unida y te vas dando cuenta que el mejor motivo de llegar a casa entero es perderte antes de llegar a casa. La familia. La familia te viene otorgada por cojones. Si no te gusta tu familia nadie puede cambiarla ni sus miembros cambian, lo mejor es conformarte y llevar la fiesta en paz. Yo recuerdo a mis padres cuando en alguna fiesta bailaban agarraos, desde un tiempo hasta aquí en algún festejo mi madre no baila y mi padre baila solo. No es que no se quieran, pero el amor eterno es mentira puesto que nadie perdura. El amor se ha convertido como los trenes de alta velocidad, vas tan deprisa que vas de un lugar a otro sin darte apenas cuenta. Estar solo, lo que llaman los anglos “singles”, viven aburridos y es fría su vida, pero más frío es estar rodeado de gente y sentirse desplazado. Los prolegómenos de un divorcio son hielo ártico. El amor, qué bonito el amor cuando llega. C’est la vie.

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