Capplannetta habla sobre cacofonías dentro del ámbito de la poesía rimada

Resulta un agravio comparativo sin ningún fundamento opinar que la poesía moderna no puede ser rimada. Se escudan quienes los afirman en decir que la poesía rimada tiende a la cacofonía. Aunque parece más bien una excusa con complejo. Y es un error. La poesía rimada es la musicalidad, ¿qué sería de las décimas, los romances, o las letrillas de cantautores como José Alfredo Jiménez, Joaquín Sabina, Joan Manel Serrat o los poemas de Lorca, el cancionero de ida y vuelta? ¿Qué sería del poema Negra Sombra de Rosalía De Castro? Todo el Siglo de Oro español lleva un extenso repertorio en poesía rimada. La poesía rimada a veces, y se nota bastante, está demasiado empujada a la rima forzada. Por ejemplo, los sonetos de Pablo Neruda, en los que no riman, como en los sonetos de Quevedo, Góngora, Lope de Vega, Garcilaso que sí riman, eso nos lleva a Jorge Manrique y de ahí a la poesía rimada de calidad del flamenco. También en otros lugares hay poesía rimada como la de Nicolás Guillén, Antonio Machado, y un largo etcétera. También hay poetas que riman alrededor del mundo. Recordemos las Flores del Mal de Charles Baudelaire. Esto nos lleva hacia tiempos actuales como en letras de rockeros como Iggy Pop, the Rolling Stones, the Beatles, como también David Bowie, y eso nos conduce sin poder evitarlo al PunkRock, tanto anglosajón como hispano. Lo de que la poesía rimada adquiere regusto de cacofonía, se puede intuir si estamos sugestionados como lectores u oyentes a lo cacofónico. Pero la poesía rimada implica dificultad como excusa.