Capplannetta y la soledad predicha

CAPPLANNETTA Y LA SOLEDAD PREDICHA

Una chica por despecho predijo acerca de mi soledad. Y no sé equivocó, era una obviedad que esta chica tuviera esos poderes de bruja mala. Mi vida ha pasado por muchas calamidades en el tú a tú. Pero yo no tengo ni un reproche que dar a nadie. Quizá tenga que pedir más de un perdón. Pero lo más curioso que el despecho me ha sido ofrecido como una venganza propia de mujeres que no han sido gran cosa. Y no han sido gran cosa porque no hemos cosechado la fruta del amor y sí la de el resentimiento y el odio entre la pareja. Que se pasee una chica con un BMW rojo no es una cosa que me inquiete y cree en mí cierta envidia ni arrepentimiento. Al contrario. Nunca me he movido por intereses materiales. Pero a una cosa debo de dar las gracias, y es que guardo un bello recuerdo de chicas que han llegado a emocionarme con su deseo y algún te quiero me han dicho labios de mujer sencilla, sin tapujos. Una mujer despechada puede provocar un desastre, pero una mujer agradecida es una verdadera delicia. Las chicas fáciles siempre acaban perdiendo, debido al patriarcado desde siglos que campa a sus anchas por las relaciones heterosexuales. Si estoy solo ahora no es una cosa que me preocupe. A veces es mejor estar solo que entrar en una maraña de historias que no dejan huella, más bien son un mal recuerdo. Las plataformas y grupos que buscan pareja internauta normalmente son gente que participan como en un carrusel machista donde escogen las dos partes, pero en muchos casos es el hombre el que elige y descarta aquellas que no le gustan o irremediablemente le parecen fuera del estereotipo de mujer que habían planeado.

Capplannetta and the simpathy for the Devil

La canción maravillosa de The Rolling Stones Simpathy for the Devil es todo un homenaje al Príncipe de las Tinieblas o Mefistófeles (según el Fausto de Goethe). En ella se habla de la matanza a los Zares de Rusia o del asesinato misterioso de los Kennedy. Verla en un vídeo supone volverla a escuchar por enésima vez. Pero tener la suerte de ver a Sus Satánicas Majestades en la gira mundial Bridges to Babylon supone un placer del cielo. Sería muy fácil el vacile de decir “Yo estuve allí”, pero es así, yo estuve allí. Fue una de las experiencias más místicas que he tenido, y en eso no tuvo ningún papel ni Dios ni el diablo. Fueron los Rolling Stones los que invitaban a orinarte entre aquel gentío compuesto por personas de todas las procedencias, para no perderte del concierto ni siquiera un momento. Escuchar esa pleitesía al demonio en vivo y en directo es todo un placer.

Un afortunado tuvo el privilegio de escoger una canción entre todo el repertorio de los Rolling. Y ¿qué canción eligió el afortunado? Paint it black, otro gran tema de sus Majestades. Hubo un antes y un después de ver a Mick Jagger danzando y chapurreando un español gracioso. También he visto a Bob Dylan, y la verdad, no hay lugar a la comparación. Los Rolling Stones son espectaculares. Se me acercó una guapísima holandesa que no hablaba ni una palabra de español. Pero el idioma no-verbal y el amor sin lenguaje alguno es como un idioma universal conocido, pues los dos gozamos a nuestra manera. Alguien dijo que estaban algunos de los músicos españoles que yo admiro desde otro ángulo, si cabe el término.

Los Rolling Stones no son poesía, son una puesta en escena milagrosa. Llevan el concierto grabado a fuego en sus entrañas. Viven la música a la manera que no lo hacemos los latinos, aunque más pasionales, los inglesitos llevan desde décadas con el liderazgo de la buena música a diestro y siniestro. Fue un placer de los dioses otorgado para mí. Me acompañó en el concierto un chico llamado Arévalo. Por cierto, ¿qué habrá sido de él? Fue un motivo en el que lo disfrutas tanto que no se olvida así de fácil. Por muchos años que pasen. Los Rolling Stones son míticos y han estado volando por el mundo durante muchas décadas. Sexo, drogas y buen Rock and Roll.

Capplannetta finiquitado

Salir de la planta de desahuciados. Volver a la vida de rutina y espanto. Llevar en tu frente un letrero que diga a los ignorantes que estás acabado. Acabado como los árboles despellejados. Acabado como un jardín con orín regado. Acabado te dicen los que por otro lado están también acabados. Acabado, como un desahuciado de la vida. Como un loco o un colgado. Acabados están los hombres que viven sin milagro. Acabado es un término que te pone una equis en tus labios y en los párpados. Acabado es el suicida, buscando una paz que nunca ha encontrado. Acabado es un registro de lo propio sin usarlo. Acabado es un sesgo que caen en la culpa en la que otros acabados rebuscan las miserias de los que acabados acabarán. Acabado del ilustrísimo abogado que miente y en su mentira por dinero sale de sus labios. Acabado están los frutos putrefactos. Acabado en las cárceles del mundo, y la bondad les ha caducado. Como una botella de leche o como un yogur mal cerrado. Acabado estás tú Capplannetta, acabado por lo que no has logrado, porque el miedo es parte de los acabados.