Capplannetta y los amigos de adolescencia

Cuando se enteraron mis amigos de la adolescencia no daban crédito. No se lo creían: -¿qué? ¿Capplannetta poeta? No me lo creo. Con lo que ha sido Capplannetta. Tienen tan poco crédito hacia mi persona como poeta que poco les importa que me haya crecido la tripita. Capplannetta ¿escritor? No me lo creo. Y es que Capplannetta no era buen estudiante en el colegio, pero tampoco dan crédito a otras cosas que no diré, porque Capplannetta no va de poeta por el mundo, aunque hay otras amistades más recientes que sí lo creen, pero me ofende que me traten de garrulo, aunque yo crea de ellos que son ceporros. Cuando habla de alguna película o algún libro la gente se lo toma como locura propia de un Quijote posmoderno. No ha montado a Rocinante, ni tiene un Sancho como escudero, es alguien que es todo un personaje. Porque ¿en qué hace hincapié Capplannetta en su escritura? Unos dirán, en lo de siempre, sin ni siquiera haber leído un libro de Capplannetta. Y yo les diría que no, que mi escritura no es ni agua dulce ni agua salada, aunque no carece de naturalidad al respecto. Cuando Capplannetta escribe ¿de qué puede hablar? La verdad es que ya no es quien era. El destino lo ha puesto en su lugar correspondiente. Por ahora no pisa el barrio. Es un barrio tranquilo, aunque con muy mala fama, inmerecida. A Capplannetta le ocurre lo que a tanta gente le ocurre, que ha perdido el encanto a eso de salir e irse de fiesta. Ya no tiene edad para hacerlo como antaño. Eso, y además que al igual que él sus padres son ya mayores. Eso le hace tomar una actitud para ofrecerles a sus padres vida tranquila.

Deja un comentario