Prosimetrum noctámbulo

Nadie me da a mí la razón porque mi razón no se da, me la quitan por ser mejor que proteger una barbaridad. Hubo otros antes que yo que les dieron arena y cal por no otorgar palabra peor que un puñado de herida en sal, yo pierdo la plena razón por no manchar a la gran verdad, nadie es santo de mi devoción en esta guerra de opaco cristal. Nadie hay mejor que yo tampoco los hay peores, ni los habrá, es la sangre que el corazón bombea como un big Bang. Poco importa al oír mi voz, nada importa sin serenidad, rayo de fuego es del sol lo que nos negamos para ser paz. He visto amor y color en una miscelánea inmortal, he visto desmayo y traición y de cada cosa, de todo un par. A flores saben los cielos de Dios que son desnudos ante la bondad, he visto tragar por perdón puñaladas breves en media mitad, he saboreado donde hubo sabor, he comido con mis dientes el pan, he oído el miedo desde un tambor, he pedido a gritos piedad. Volteretas he dado al amor cuando amado he sido al gozar, he visto horizontes de vapor en la inmensa y amarga pleamar, he visto borrachos brindis de alcohol y noches de rutinas con gas.