Capplannetta y la música de la risa

La música de la risa cuando te invade la tristeza crea fantasmas, de los cuales, no es fácil desprenderse. Cuando se ríen de uno a veces no notas cierta rabia hasta el momento que te restableces ante la burla hacia tu persona. Existe gente que la usa como arma arrojadiza y la usan, cuando hay más gente, mejor, suelen ser mequetrefes junto a un vaso de vino y, se ríen ellos en voz baja, mofándose de todo aquel que sabe que ninguna represalia podrá decir contra él, porque está cogido por los huevos. Éstos son adictos a las carcajadas provenientes del populacho, a mayores carcajadas más se crecen, se vuelven gigantes cuando dan golpes a una mujer, son colosos que no tienen ni media hostia. He conocido tipos a los que no les afecta la risa ajena, aunque también he conocido risas por las que dar la vida. La risa de las muchachas, por ejemplo, éstas son divinas. Y las risas de los niños jugando, los ves riendo hasta de perros enganchados. La risa evoca a que estamos viviendo una paz gozosa, una paz y una armonía, que bien pudiera parecerse a un edén. A mí la risa que más me gusta es la de mi madre, la más fresca que he conocido. Las risas impostadas son risas que la gente repudia, pero a veces te salvan el tipo. En el teléfono hay risas que captan los oyentes y saben cuando es verdadera o falsa. La música de la risa debería ser patrimonio de la humanidad. La risa pura es un deleite, aunque la risa malvada sea cosa de energúmenos con ansia de venganza o simplemente por envidia. Aquellos que hacen reír a través de la risa de una persona débil o en baja forma debería ser causa o motivo para darle una respuesta que le saque los colores, son gente indeseable. Pero es asqueroso que la risa no cree o no haga pensar un efecto contradictorio a la vez que ofensivo. La risa cruel. Hasta existen animales que ríen, ¿cómo no van a hacerlo las personas?  La música de la risa, en un circo cuando actúan los payasos, la música de la risa, cuando las mujeres hablan entre ellas. Reírte de los chistes de un humorista. Un humorista es generoso. Muchos de ellos sacan los chistes de su vida. Los humoristas buenos no ríen.