Capplannetta y Cibernética esperanza (pronto a la venta)

Ya está impresa la segunda edición de Cibernética esperanza y espero que se venda, si no mucho, lo suficiente. Tengo que confesar que puede haber ensayos narrativos que enturbian un poco, pero si leen más allá comprenderán a qué es debido tanta verborrea como sala de espera. Llevo nueve años en este proyecto y han ocurrido muchas cosas en el mundo para actualizarla y acatar los lugares en que tiene que estar incluido cada texto. No es solo una novela de un amante del Worldwideweb. Es una novela de un villano que no tiene más remedio en la vida que volverse héroe. Debo admitir que he puesto mucha experiencia propia en la novela poética. Pero ha sido una manera más de no aburrir al lector. Está dirigida a cualquier público. Infantil no, por supuesto. Dicen que ser escritor es una de las profesiones más solitarias del mundo. Yo digo que no es cierto, todas o casi todas tienen su parte de soledad en algún momento. El problema de hoy en día es la soledad de cada individuo. Han trabajado mucho para que esto sea así. El Informe Petras es un testigo, pero no nos atomizan sólo las tecnologías, nos atomiza el miedo que está a la venta constantemente en televisión. Yo no veo televisión. Escucho música. La gente que se informe ahora obtienen una información precaria. Las barbaridades que se han dicho en algunos medios dejan entrever un sin fin de cortinas de humo. Tengo una amiga en Guinea Ecuatorial que se pregunta qué será de su futuro. Digamos que padece la crisis del licenciado. Pues yo me siento parecido con respecto a la acogida por parte del público lector. Pero llevo esto a colación de que Cibernética esperanza es una novela poética para los amantes de poesía, aunque también para aquel que guste de narrativa en estos tiempos distópicos.