Capplannetta y Cibernética esperanza-2021

Debe de haber mucho trabajo en Ediciones Vitruvio últimamente. Lo sé por algunas llamadas que he hecho con impaciencia por mi parte (mejor decir “demasiadas” llamadas). Tengo ganas de ver las pruebas finales y la portada que han elegido. Puedo decir que me he hecho muy pesado pero tengo tanta ilusión en este proyecto que lleva dando tumbos desde el 2012, y ya ha concluido. Cibernética esperanza es un libro muy especial. Cuando se pública un libro que ha sido embrionario tantas veces, que he añadido y quitado tantas cosas, para crear una obra redonda. No, no es el gran libro de esta década, pero tengo una ilusión de verlo en las librerías importantes que me he hecho un tanto pesado (repito). Ojalá se venda. El libro hablará por sí solo. Debo decir que he colmado la paciencia de Pablo, el editor, pero quiero alegar que ha sido por mera curiosidad. Pablo se ha enfadado. Ya no lo llamaré tanto, ya que a él especialmente no le gustan demasiado los emails. Cibernética esperanza es un libro que a veces es narrativa poética, otras veces es ensayo narrativo, a veces es poesía narrativa y otras veces es novela poética. Este libro es para gente marginada, para outsiders, también tiene su vertiente Loser, y es un libro de amor y desamor, anecdótico y transgresor, irreverente y ácrata, es para todo tipo de público lector. Tengo ganas de que salga a la venta, eso nos gustaría tanto a Pablo, como a mí. Es Capplannetta en su quinta esencia, la divertida, la desenfadada, la inverosímil. ¿Quieren saber porque llevo insistiendo en esta obra desde el 2012? Quien lo quiera adivinar que lea la obra, no sólo habla de Internet, habla de las fatalidades de la vida, de los pormenores de muchas causas que reviven en estos años, es una novela fresca e incisiva. Para mí son todo cosas buenas. Recuerden Cibernética esperanza en Ediciones Vitruvio del año 2021. Una historia vista desde diferentes ángulos. Y como apéndice la sustentan las webs/blogs www.capplannetta.com y también www.ciberneticaesperanza.com Es una novela que habla de escritores sin demasiado culturalismo. Es un compendio de flashbacks y flashes de ingenio, de espejos y trampantojos, de bajadas a los subsuelos, de subidas a las superficies, de vuelos, de tecnología, de fotos fijas flotando en el tiempo. Es una mirada, es pura esperanza. Léanla. 

Capplannetta y el infierno interior

Al llegar al Perú un 09-01-2004 me esperaba una mujer con mucha iniciativa. Al casarme dije en público que me había sacado de la oscuridad. Y verdaderamente fue así. Cuando viví con ella en El Callao me animó a que dejara el Tranxilium 50 mg. Lo tomaba desde hacía años. Y como estaba tan alegre en esos días me animé a dejarlo. Se acabaron mis tres meses de estancia en Perú y logré bajar la dosis de 50 mg. a 25 mg. cuando regresé a Barcelona. Después vivimos un año en casa de mis padres y allí pude dejarlo paulatinamente. Estaba muy enamorado y creo en eso que dicen de que el amor todo lo puede. Mientras hice la cura para deshabituarme del Tranxilium 50 mg. allí en Perú todo era alegría y no me costó demasiado esfuerzo. Pero una vez llegados a Barcelona comenzaron mis malestares provocados por mí síndrome de abstinencia. Estuve viviendo un pequeño infierno interior, y salpicó a quien más cerca tenía, que era mi exmujer. Esas y otras cicatrices fueron las particularidades del principio y el fin de mi matrimonio. Debo decir que el hecho de ser un politoxicómano me ha arrebatado muchas grandes y pequeñas cosas que en esos momentos de adicción y toxicidad no lograba ver. Las drogas, tanto las socialmente aceptadas, como las prohibidas por la ley, no son nada buenas, ya que pierdes muchas cosas en el camino. Eso no es vida. Ahora estoy dejando un fármaco que hacía mucho tiempo que tomaba, y tengo mi particular infierno interior. Pero tengo que conseguirlo. Ahora estoy solo y no estoy enamorado pero sé que lo conseguiré. Los efectos de este infierno interior son cansancio y distorsión del equilibrio psicológico. Algunos temblores y sientes una necesidad llamando desde las entrañas. Es la llamada de la dosis diaria.

Capplannetta y la censura opaca

Alguien debe haber detrás de toda esta conspiración, porque quiero que lo sepan de una vez por todas. Alguien nos ha castrado, nos ha tapiado el paisaje, y nos han desplumado las alas. Alguien debe haber sido, porque está claro que debe haber un culpable. Un culpable oculto tras esta violación. Empezaron con arrojar nuestras risas al mar, después dijeron que había contaminación y nos asfixiaron de aburrimiento. Prohibieron los lupanares, el tabaco mentolado, la pornografía, las relaciones humanas las cambiaron por protocolos rancios. Prohibieron la diversión de los ángeles con sexo y los encerraron en los sótanos de las tinieblas mugrientas. Acabaron con los sindicatos, con las asambleas, con la unión de pájaros migrantes del sur, con el bostezo acabaron y te obligaban a no sonreír, también censuraron las carcajadas. Nos daban pan duro, lo ablandábamos con refregones de tomate. Le echaron la culpa a los santos inocentes, se burlaron de las auroras, decían que querían desvirgar a la noche, prohibieron la poesía, también los besos en los parques, pintaron cruces en los hogares donde hubo alegría, decían que venían a salvar el mundo, y cuando nos dimos cuenta ocuparon todos ellos el mundo. Querían los placeres de la vida para ellos mismos, para nosotros guardaban las cadenas de acero en las cloacas. Prohibieron los abrazos y cambiaron las pesetas por esclavitud bancaria. Ya no se juega a la comba, ya no juegan las niñas a la goma, ahora somos mendigos del microprocesador. Una plaga de muertos vivientes se cruzan por los otoños de hojarasca y ocre, nos están matando, dijeron los valientes, suprimieron los apellidos y las antiguas familias. Pusieron cámaras y más cámaras por las calles, por las plazas, por los mercados. Prometieron paz y sólo tenemos guerra en nuestras ciudades. Se lo contamos al rey y el rey dijo que era uno de ellos.