Capplannetta desde 1999

Nací en la víspera a la noche de Walpurgis en 1976, y en la pila bautismal me pusieron de nombre Casimiro, de apellido Oquedo Medrado. Mantuve infancia y adolescencia casto e inocente como un niño feliz. En 1992 me cambió la vida y Barcelona entera se puso de gala. Pasaron los años, conocí el amor, conocí las drogas, y también la mala vida. He sido un chico al que no le interesaron los estudios nunca. En el 1995 me fui a Sevilla y mi vida dio un giro de 180 grados. Estudié fotografía, por correspondencia y de manera presencial. También me interesé enormemente por la poesía, la poesía me llevó a la prosa, la prosa al ensayo, y me hice lector, a veces con poco y otras veces con mucho fuelle leía aquello que me motivaba. Mi entorno cree que me he vuelto loco, pues yo antes no era así. Parece ser que la reinserción social sea un pecado del que avergonzarse. Desde 1997 a 2002 no paré de escribir a mano. Aún conservo los cuadernos que algún día quemaré. En 1999 pedí un préstamo bancario, una parte era para pagar una multa por conducir borracho, la otra parte para pagar mi primer poemario, eso fue en el año 1999. No diré el nombre, que os lo diga Mister Google. En 2002 dejé de leer y de escribir, me pasé parte del 2002 y el 2003 hablando con una chica por Internet. Se llama Ella, no diré nada más. Me casé un 30 de enero del 2004. Me divorcié en junio del 2011. Nada que decir al respecto. Me han cambiado muchas cosas en la vida pero la que más me ha cambiado han sido las drogas. He cantado, he bailado, he trabajado duro, me he enamorado perdidamente, soy una persona creativa, y conozco muchas cosas acerca de esta vida, aunque todavía conserve vestigios de inocencia. Mi vida no ha sido como yo quisiera, aunque no me puedo quejar. Mi soledad puede que se interprete como obligada, aunque de manera metafórica diría que hay muchos peces en el mar. A nadie se le obliga a estar solo, ser amable no cuesta nada. Sobre mis trastornos no hablaré ésta vez. Y no porque no estén, ahí andan. Desde el año 2008 tengo mis web/blogs. Desde el 2012 decidí luchar, a través de estos, contra el estigma social hacia las enfermedades mentales. No es fácil. La gente piensa mal, y no creo en eso de piensa mal y acertarás. La gente me conoce poco, a algunos les doy miedo, a otros les causo risa, la gente cambia de parecer como de vientos una veleta. Sufrir un estigma social, sea éste el que sea, proviene de la ignorancia. Me molesta dar pena a la gente. No soy digno de lástima, soy digno de trato igualitario. Desde 1999 soy Capplannetta. Se me ocurrió el nombre escribiendo en mis cuadernos. Guarda un mensaje oculto, aunque tiene varias acepciones  provenientes del catalán. 

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