
Debido a la alerta roja por COVID-19 que padecemos todos hace un par de días me visité con mi doctor por videoconferencia. Ya es la segunda vez que lo hago, la primera vez me gustó, pero esta vez me ha dejado un mal sabor de boca. No por nada referente a la visita. Todo muy cómodo y muy placentero, con mi café y fumando en una visita médica, todo un lujo. Pero la visita en sí me ha parecido fría. Como poco humanizada. No es que el doctor haya sido un bárbaro y haya estado frío, sino el modo en que ha transcurrido la charla ha sido como ver al doctor lejano y un tanto indiferente, como si no lo palpara. Ha sido como tener algo a tu lado que no está al cien por cien. Considero que fue la entrevista tan fría que le he llegado a decir que “así no”. Las visitas por videoconferencia están siendo muy habituales en el tema sanitario, también en el bancario. Yo no las concibo bien, pues parece que esté hablando para mí solo. Está escasa de certezas, sí certeza es una visita al médico presencial, yo esta la he encontrado vacía, repleta de incertidumbres, es más, hasta con cierta sensación de desamparo. Yo no es que tenga una fe ciega hacia los doctores (algunos), pero esta visita me ha parecido yerma a sabiendas de que he estado con todas las comodidades que te proporciona el hogar. Con decir que prefiero la mascarilla aunque un trato presencial. Me ha dicho una cosa que he flipado en colores. La otra vez que me visité de manera presencial le di un ejemplar de mi nuevo poemario publicado y me ha dicho que tenía el libro en la mesita de noche de su casa. Por supuesto que no me lo he creído, pecaría de ingenuo si me lo creyera. Yo creo, en realidad, que sí se lo ha leído, aunque no tiene demasiado fuelle de lector de poesía. Yo creo que lo ha dicho para quedar bien porque creo que la videoconferencia proporciona cierta seguridad a los individuos que la llevan a cabo. Pero a mí me ha parecido, puede parecer luser, como hablar con la televisión. Ha sido una experiencia fría, improductiva, estéril. Ha sido tan superflua que tengo cierto trauma que remediaré acudiendo al psiquiatra.