Capplannetta y el panorama literario

Entre los escritores en lengua castellana es habitual los enfrentamientos y las disputas por quién es merecedor de la corona de laureles, y entrar magnánimamente en el parnaso, o en la cumbre de poetas ditirambos o no, y prosistas que se dan de puñetazos o se hacen fuertes verbalmente. Siempre ha habido influencers en el mundo de las letras. Basta por coger un libro, y si te gusta, aprender muchas cosas acerca de épocas distintas. En esta vida de malandrines literatos que luchan por hacerse un nombre, como poetas mendigos que no se comen un colín en las letras. Pero lo habitual es la envidia. Tanto la de autores consagrados frente a otros escritores del mismo nivel. Sin duda, es una profesión elitista, y muchísimas veces injusta. Hay escritores de autobombo durante doce horas diarias, y los hay quienes presumen de editorial. Hay escritores de todo tipo. Ahora con la RRSS es más habitual el autobombo, luego está la promoción editorial, y después están los premios literarios. En todas partes cuecen habas. Y cada cuál arrima el ascua a su sardina. El refranero español es muy rico, y muy metafórico y visual. La carrera de escritor está repleta de envidias y desmerecimientos para unos y carencia de camaradería para otros. Aunque una cosa es segura: si pretendes ser escritor recuerda que es la profesión más solitaria del mundo. Una, porque debes de callarte muchos aspectos sobre la obra que llevas a cabo, la otra, porque no encontrarás consuelo ni empatía de nadie aún siendo escritores también. Es una carrera de largo recorrido. Willian Faulkner nunca hablaba de literatura con nadie. Cuando lo entrevistaban hablaba de su huerto o cosas fuera del ámbito literario, todo lo contrario de Truman Capote. Pero ahora son ellas las que tienen la audiencia necesaria para ser escritoras de renombre, cosa que antes no ocurría. Lo llaman Chick Lit o en otros casos Grip Lit. Las chicas son las mejores lectoras. Y profundizan más que algunos hombres. Hay escritoras, poetas, literatura LGTB, y esto empieza a ser una verdadera lucha. Ya que si antes había cierta competitividad, ahora es todo un ejército de mujeres que escriben excelentemente, ya sea Rosalía De Castro, Jane Bowles, o la mismísima .María Moliner y su divertido diccionario, en adelante. Ahora las mujeres son las que más venden y como chicas guerreras que son, no les importa lanzarse pecho a tierra por contar bien una historia.