Credo de Capplannetta

Creo en los Reyes Magos (aunque me considere republicano), porque en ellos se suscita la ilusión de los niños sin infancia; creo en los perros, en casi todos, porque cuando muerden a los niños los sacrifican ante su tristeza; creo en los remansos de paz, porque en ellos reposa mi felicidad sin edulcorantes; creo en las divagaciones, porque mientras divago no hago nada y veo un mundo azul, como visto desde la luna; creo en Noam Chomsky, porque es un Moises con muchas tablas de salvación; creo en la virtud que sólo tienen las madres, porque regalan amor y siempre, siempre perdonan; creo en los milagros, y sobre todo creo en el milagro de nacer; creo en los bosques y en los montes de Venus, porque en ellos se divisa el origen de la humanidad; creo en los sueños de celuloide, en los sueños de Píxel, en los sueños de copy and paste, porque el apropiacionismo existe hasta allá en la coca-cola; creo en los lunes, porque no creo en la velocidad de los fines de semana; creo en Linus Torvalds, porque tipos como él hacen falta en este mundo; creo en la humanidad, aunque ésta me pague con todo el desprecio del mundo; creo en los delfines rosados, porque dicen que habitan en Youkali; creo en los sex-shops, porque aunque no lo practique sigo creyendo en el sexo sano; creo en las habitaciones verdes, porque en ellas se guarda la riqueza cultural de los documentales y los libros especiales; creo en Manolo Escobar, porque cantó la canción Madrecita, María del Carmen; creo en las raras naturalezas, quizá sea porque yo soy de naturaleza rara; creo en los enamorados, porque en ellos hay amor, con algunas excepciones ocasionales; creo en Dios, sí, no me da vergüenza decirlo, creo en él porque si no crees en Dios no entenderás todo lo demás; creo en la Gran Verdad del mundo, porque la Gran Verdad comienza por quererte a ti mismo para poder querer a los demás; creo en los puntos cardinales, porque nunca pierdo el sur si antes no perdí el norte; creo en los astros del firmamento; creo en los planetas; creo en las galaxias, porque pudiera haber vida más allá del hombre y su semilla de agua fértil; creo en mí, porque sí no creyera en mí no creería en lo que antes ya mencioné.