Capplannetta y el lenguaje no-verbal

A veces al hablar por teléfono debes de quedarte unos segundos en el auricular tras despedir la llamada. Descubres cosas maravillosas, encuentro tantas veces al esperar esos segundos unas grandísimas verdades, que sé lo que piensa sobre mi persona más de uno al hablar por teléfono y esperarme después de finalizar. Hay personas que tienen la costumbre de ser impertinentes mientras estás hablando, cosa que interrumpe la conversación, por lo que la impertinencia es vagamente escuchada con claridad, y cuando no, a veces, se baja el ritmo de la.conversación perdiendo esta fuelle. Hablar por teléfono es cosa de gente con los pies en la tierra, ya que como te pongas a trepar serás cazado al instante, ya que el interlocutor lo notará. Es parte del lenguaje no-verbal en que consiste el hecho de mantener una conversación telefónica. Algunos poetas lo han llamado Los ojos del teléfono, ya que las pausas y el sonido audible en el entorno en sí es casi más interesante que la conversación que se está volviendo caducada como una botella de leche. Las operadoras de telefonía son unas grandes artífices en lo que a interpretar tonos de voz se refiere. Pueden saber ellas/os que según sea el tono de voz que emplee la persona receptora de la oferta o producto saben si hay venta o rechazo al empezar la conversación. Son auténticas/os magas/os en el oficio de mantener una charla, aunque algunas resulten empalagosas, otras tantas, unas elefantas en una cacharrería. Sé de gente que se lleva el teléfono al baño y mientras cagan mantienen una conversación que estando un poco atento, no tiene ningún desperdicio, o sí, quién sabe. Lo que sí sé que como se alargue la conversación y si quieres limpiarte el trasero poco importa poner el altavoz si es un teléfono móvil. 

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