Capplannetta y el mundo maravilloso

En este mundo existe mucha maldad, pero no todo en el mundo resulta catastrófico. El ser humano ha inventado cosas como la música, que sola ella es un arte con un alma inmensa, y dentro de la música hay miles de vertientes tan sólo construidas con siete notas. Imagínense un mundo sin música. Cuántas parejas comparten una canción, o una letra. Porque decía Beethoven que la música empieza dónde terminan las palabras. El alma del amor está cimentado por la música, por sus emociones, por sus distintos estilos, porque la música es la base de otras artes, el cine, la danza, la poesía. Hagamos hincapié en estas tres vertientes artísticas. En primer lugar en el cine no hay ambiente sin música, la música nos habla de si el actor está viviendo una escena de peligro, o por el contrario, un momento de alegría. Luego está la danza, manifestar y expresar emociones a través del lenguaje corporal. La danza es belleza, pura expresión, dinamismo, poderío, la música es a la danza lo que el amor a la música. Pero también podemos decir que no se entiende la música moderna sin la poesía, la lírica es el material donde se reflejan nuestras emociones y nuestros sentimientos. La poesía no se entiende sin la rima, y sin rima también hacen las dos un engranaje perfecto para las canciones. La poesía, alguien me dijo una vez, que era la madre de las artes. En antigüedad lo es más que muchas otras artes. Aunque la madre de las artes es la imagen, recuerden, el momento de la caza. Vivimos en un mundo rodeados de variedad artística, y en estos momentos donde la tecnología se ha puesto en primera fila no hay mayor ingrediente que la expresividad artística. Por eso, cuidemos el planeta, salvemos la Tierra, que el mundo es maravilloso.