
Siempre he rehuido de los sindicalistas de empresa y gente de esa calaña. Cuando trabajaba en el metal tuve un par de encontronazos con líderes sindicales de empresas del ramo del metal. En una quisieron aprovechar un accidente laboral que tuve para meterle mano al empresario, fue mi padre quien me aconsejó que no me dejara llevar por el sindicato. Los sindicalistas hacen su labor aunque en beneficio propio, es como los políticos. Todos quieren poder, dinero y trabajar poco. Cuando trabajaba en Unidad Hermética no hicieron nada cuando me echaron por una estrategia que tenía la empresa para echar a un cabeza de turco de cada sección y dar ejemplo a los otros trabajadores con contratos renovables. Se quedaron muy pocos trabajadores al final en aquella empresa, ya que pasó de manos italianas a manos chinas, y eso fue el fin de la empresa. Aunque ahora estoy de baja laboral siempre me he sentido un obrero, un currante. Llevo muchos años de baja y la vida para mí no ha sido fácil. Nunca he militado ni en sindicatos ni en partidos políticos, aunque vote a la izquierda del país. La verdad es que creo poco en las políticas en general, he sido simpatizante anarquista, he escrito, incluso, sobre éste tema algún poemario. Pero en realidad me considero anarquista individualista aunque vote por Podemos. En Comú Podem (Cataluña). Tengo amigos realmente militantes; algunos de ellos todas unas eminencias en temas políticos. Conozco gente de derechas, pero yo los considero amigos, de tal forma, que creo que si vivimos en una sociedad de consumo, el voto, debe ser a gusto y albedrío del consumidor, que es un ciudadano. Considero que votar a uno u a otro no me hace ni terrorista por un lado, ni chaquetero por otro. No entiendo muy bien la política de este país, pactan según les convenga a unos u a otros. Las prerrogativas de los políticos son cosa de las que estoy en desacuerdo. Si quieres hacer algo por tu país, hazlo, pero no pidas ganar dinero como pagas vitalicias y demás prebendas de las que nuestros políticos han estado beneficiándose desde la dictadura e incluso mucho antes. Siempre ha sido así. Por eso es mejor no hacer mucho caso a los telediarios, ya que son un organismo del poder establecido. Es mejor hacer caso omiso a las manipulaciones partidistas, y también a algunos medios que tratan de crearnos cortinas de humo. Por eso no brindaré jamás por unas siglas, un partido político, o un sindicato laboral. Prefiero ser un hombre del pueblo. Con agrado acogería yo que este barrio donde vivo, que es Torre-Romeu me acogiera como a su poeta. Qué más dignidad que esa, si éste barrio es una gran variedad de culturas, donde todas confluyen en armonía. Que así sea, y yo que lo vea por muchos años, ya que estoy a gusto aquí en este barrio. Hay tiendas de barrio, pequeño comercio de toda la vida, del que no tienen nada que envidiar a las grandes superficies.