
Se empeñan, porque le es fácil decir, que la gente es mala, todo el mundo lo anda diciendo. Y sí, la gente es tan mala que yo he acabado siendo un igual entre la gente. Porque la gente, a trancas y barrancas, va con su herencia de mala gente. Los buenos son santurrones, o tienen falsa humildad, porque la gente es tan mala que le decimos pobre gente. Y siendo pobre gente no se puede vivir, por eso dirán que la gente es mala, porque también es pobre la gente. Intentan sustituir a la gente, ya sea buena o mala, ya sea pobre gente, la intentan sustituir por robots y máquinas sin corazón, sin sentimientos, sin humanidad, y yo me digo, si la gente no dice nada, ¿por qué dirán que la gente es mala gente? Y es porque no se quiere la gente entre la gente, no se quiere en ninguna parte la gente mala, no se quiere en ninguna parte. A la gente les da por decir que esta vida es una trampa que puso alguien que es mala gente, sin embargo esa gente dicen que no es mala gente. La gente dicen que es buena gente o porque te moriste o porque trabajas, pero lo dice buena gente, ya que ellos piensan que nunca van a morir, y trabajar no trabajan. La gente no es buena ni mala, unos trabajan y otros dan su charla, la vida, y sólo la vida, es mala para la gente. Unos tienen buena vida, otros tienen vida mala, a nadie le dio por decir que pobre del que no trabaja, y su vida es tan mala que se pierde entre la mala gente porque no es ni bueno ni malo ni tampoco trabaja ¡ay, pobre gente!