Capplannetta y su nueva esperanza

Aran, mi toffe sabroso, mi sol renovado, mi esperanza nueva, quisiera decirte, hoy, ahora, en estos minutos marchitos, en esta repetida hora, que te quiero y te querré siempre, pase lo que pase, tengo mi pecho desnudo ante este canto redondo que afronta cualquier derrota. Niño bello, simpático truhán, no tienes la culpa de que tu madre sea vigilia y madre naturaleza, ojo avizor sobre ti, nube desbocada ante tu sufrir. Tengo muchas ganas de escuchar tu voz, pues ya te pones de pie, como un hombre frente a una verdad, Aran, mi valle nevado, mi niño sonriente, eres amapola azul en el invierno, y clavel rosado en el verano, eres un niño que nació pequeño, pero tus padres te cuidaron como a un gorrioncillo, y ahora eres hermoso como un mayo de sol y cielo celeste. Te quiero, mi príncipe chiquitín, mi lucero guía, mi espíritu repleto de mis nuevas esperanzas, te bendigo, a ti, a tu hermano, tus primos y padres, tíos y abuelos. Como ves tienes una familia que te quiere, mi bebé de turrón blando, mi espiga alta en el trigal, mi vergel más florido, puede que todo esto te parezca cursi y empalagoso, pero es lo que evocas cuando contemplo tus fotos, tu hermano también te quiere mucho, el guerrero Axel, por el que tiritan de miedo los demonios violeta. Te quiero, mi niño que ríe y ríe, te quiero en mis noches de ansiedad, en mis llantos más profundos, mi ángel carnal entre el naranjo y la azucena, te quiero mi sultán moro, mi dulce de crema, mi croissant de jamón y queso fundido, eres mi esperanza nueva, eres el tesoro de mi alegría, eres rosado y bello y haces burbujas con tu saliva asilvestradamente virginal. 

Capplannetta, un capgrós sense planeta

Si te hubiera hecho caso en todos esos consejos tan sabios me hubiera ido mucho mejor, no tengo fracaso, ni tampoco éxito, solamente soy propenso al terco error. Con mujeres he caminado, soportarme bien lo han hecho, algunas me traicionaron, al igual que yo a ellas, pero de ninguna abusé ni saqué algún provecho, y no todas fueron bellas. Amigos también tuve, de algunos, mejor ni hablar, otros han sido amigos de verdad, los hay que nos tratamos de usted, y los hay con los que comparto paz, risas y café.  Me mando yo solo al carajo, disimularme no es mi trabajo, a pesar de todo, me gusta pensar libremente, por eso me gustan los libros, la poesía que me evoque vivir y hacerlo frecuentemente, intento ver la vida de otra manera, las novelas me dejan aromas impregnados de otro lugar confín, la ficción es embustera pero te ayuda a resistir. Hay personas a quien tengo un gran aprecio, otras ni las busco ni creo en su gran desprecio, yo a mí muerte no pongo fecha ni precio, quizá muera sin despertarme, o me caiga del trapecio, o me muera al tropezarme, para la muerte no hay remedio, tan sólo basta con que la parca venga a remediarte. Que nada nunca nadie venga a mi paz con hambre, que nadie clave metal entre mi carne y mi sangre, que nadie, oídme bien, que nadie venga con la intención de orinar mi catre. No quiero muchos lujos, me conformo con no padecer necesidades, ¿para qué andar con tapujos e ir detrás de vacías oportunidades? Si tengo pendientes la risa y su jugo y hacer gracias alegres de estas siete verdades. Me caigo y me tiro al suelo, me desmayo y también me duermo, tengo arraigo y busco algún consuelo, en mis horas marchitas pongo la luz y el ingenio, entre dos posturas ando, pues a veces no toco nunca el suelo, me encierro en mi propio arresto, cuando quiero volar lo hago sin causar algún revuelo, me quiero y me detesto, me hago un conjugado gerundio pues evitando el trasiego, me hago y me rehago y me deshago en cualquier tugurio, otras yo me atribuyo soñar en tu piel y tu tacto de fuego, para herir al buen hombre siempre hubo una cara y una cruz, también mucho santurrón que dé bien el pego. Bofetadas me dio la vida, algún desengaño luego, pero nadie me verá que insisto en vapulear simple un triste ego ni balbucear un ruego tras pedirle que de tu virtud no tengan ningún apego. Hay mañana y hay madrugador, hay disturbio y masturbador, hay elogio y hay elogiador, hay parnaso y poeta sin olor, hay indicio y hay iniciado en el amor, hay vulgar tragedia y traje incómodo sin patrón, hay fraude y hay defraudador, hay poemas en prosa, aunque este rimado está cantado a media voz. Es mejor leer en bicicleta, que creerte un poeta, sin ser fiel y digno señor. 

Capplannetta y el final del patriarcado

En nuestras sociedades es necesario una igualdad de género que contemple aspectos como en el caso de la separación, con hijos de ambos cónyuges, y que existan las mismas leyes dentro del ámbito de la igualdad. Es necesario la igualdad de géneros, pero este paso necesario, que sirve en situaciones de parejas normalizadas, se dé con facilidad en otras realidades de la vida cotidiana, ya que en esto tiene mucho que ver la cultura familiar desde una perspectiva donde predomine el ejemplo y la educación desde jóvenes, desde la institución de la familia, que ya era hora de que fuese igualitaria, pero con los mismos derechos de custodia en caso de divorcio (repito), y en caso de convivencia las mismas obligaciones domésticas. Leí en Twitter que el personaje de Martin Scorsese era un misógino en toda regla por títulos salidos de su producción fílmica. Puede ser verdad, pero es una costumbre que ha estado muy arraigada en nuestra sociedad (sobre todo en Latinoamérica y los países del sur de Europa) en el gran tema del patriarcado, que es una total aberración y ahora no podemos borrarlo de un simple soplo, tan solo nos queda seguir luchando para abrir la brecha que nos identifique como iguales, y sin diferenciar distinto género. Estamos encaminados a la igualdad de géneros, a la idea de los matrimonios con hijos en parejas del mismo sexo, lástima que todavía nos queda mucho camino por andar. Y todavía hay injusticias como el acceso al mercado laboral de las mujeres, que deja todo un malogrado índice de injusticias ya sean por aspectos como la maternidad, el acoso en el trabajo o también sueldos más bajos que los del lado masculino. La lucha por la libertad en la igualdad de géneros viene siendo real y cada vez con más compromiso ético (con ciertas trabas) aunque esto parece que sólo sea un cambio en nuestra sociedad europea, y en algunos países de América del Norte, que no tanto, todo hay que decirlo. Tenemos que plantear el tema desde las escuelas, con la ayuda de padres y alumnos todos en consonancia. El hecho de la violencia de género es un tema que da para mucho, sin embargo quedan puntos por clarificar con la violencia de la mujer hacia el hombre, en algunos casos, y sobre todo la violencia infantil y de mujeres que es alarmante.