
La gente es hipócrita porque es otra manera más de salvación y de supervivencia. En este mundo si no haces bondad cínica te condenan al ostracismo, y al final, a fin de cuentas, todos nos quedamos solos, aunque sí hubiésemos rehusado de la hipocresía nos encontraríamos solos mucho antes. El mundo no tiene la culpa de lo que se hace a sí mismo, ¿o sí? Todos nos pisamos unos a otros y la amistad dura como duran las ilusiones, un momento. Yo no soy ni peor ni mejor que nadie, también tengo mi gran parte de culpa en esta trastada que cometemos sin saberlo. Nos rodeamos de amigos que nos soportan a trancas y barrancas, aunque yosotros también llevamos nuestra carga de culpa, que no es otra cosa que soportar lo que nos remueve la entraña. No existe buena gente en el mundo, huimos unos de otros, es como el juego del perro, gato y ratón. Es una ley natural. Estamos en un escenario de animalidad. El lobo no sabe por qué es lobo pero cuando tiene hambre corre a por el cordero, luego viene la carroña y remata la faena. Tienen razón aquellos que dicen que el toreo es una tortura, que no tiene ningún arte matar a un animal de esa manera, pero también el torero pincha hueso cuando va a entrar a matar, pero el toro cuando entalla al torero también se ceba usando su brutalidad natural de bestialidad y fortaleza. Escuchar por ejemplo al toro mugir cuando el torero está cerca, es para atarse los machos de lo horrible que resulta, el toro tiene miedo, el torero tiene miedo. Tiene cada cuál lo suyo. ¿Acaso no es eso justicia? ¿No están a la misma altura toro y torero? Los dos mueren, esa es la verdad, es pura alegoría de la vida y su lucha sin descanso. Por eso alguno de los dos tiene que morir. Esperar al toro a puerta gayola es esperar a que la muerte te tenga compasión o te atraviese el alma. El toreo es el momento de la caza, el torero usa su inteligencia de matador y el toro usa su embestida para matar, si no, no sería toro bravo. Es peculiar en el ser humano tener compasión por los animales, pero cuando trabajas en un matadero comprendes la justicia animal y la justicia del hombre, es algo recíproco.