
Este blog está pensado como una bitácora de mares tranquilos donde yo entremezclo mis pensamientos con aquello que me interesa, o me ha parecido interesante, también es un diario confesor, un aglutinado de textos sobre varios temas que son como cambiar de postura, por ejemplo. Esta bitácora comenzó en junio del 2008, y terminará cuando el creador (no me refiero a mí, por supuesto) de este mundo lo crea preciso, lo que he puesto entre paréntesis es una broma. No soy un ególatra endiosado, tampoco un pobre diablo, no he ido a la universidad, pero conozco muchas cosas de la vida, no pretendo ser tampoco presuntuoso. Es más, este proyecto mío, Cibernétic@ Esperanza, no acaba tras haber transcurrido un tiempo, como bien dijo mi prima Irene, este será mi legado, mi gran legado. Puede incluso que diga tonterías como la que acabo de decir, mi gran legado, vaya barbaridad, la inmortalidad no existe, nada es eterno, excepto Dios, otra vez lo nombro, aunque esta vez sí lo llamo Dios, y con mayúscula como un nombre propio. Porque Dios es muy suyo. A veces le gusta bromear, y tiene el tablero del destino con todo el decorado, el atrezzo y la puesta en escena diseñada para nosotros. Ya he vuelto a perder el hilo, esta vez la culpa ha sido mía, hablaba de que éste proyecto de vida es un testigo en palabras de la época que me ha tocado vivir, espero dure muchos años con estas ganas, y sobre todo, no perder nunca la curiosidad. La curiosidad mata, dicen unos, aunque la curiosidad es necesaria, si no ¿qué sentido le podemos dar a la vida, si no nos acercamos a la curiosidad como niños inocentes y descubrimos la gran verdad del mundo? Que todo recobra sentido, que Dios no dispuso de los hombres sin una razón o un porqué, Dios es justo, aunque no se deje ver demasiado, es primordial creer en la justicia de Dios. Dios es algo grande, lo dicen todas las religiones, y si no es porque el hombre intuye que hay algo ahí arriba, o en nuestro interior, o en todas partes, Dios el omnipresente. El sentido de la vida hace al mundo levantarse, ducharse y salir hacia la batalla de la vida, que es difícil, y muchas veces es mala, pero omitamos lo malo, y quedémonos con los atributos que está vida tiene, que son muchos y diversos. La vida es bonita, solamente odiamos a Dios cuando se nos va un ser querido, pero como en una relación de pareja, luego viene la reconciliación, que es paz verdadera.