
Hace unos días que he firmado en Ediciones Vitruvio la publicación de mi poemario Poemas con Nocturnidad, el título es una larga historia de amores y desamores, de realidades y desengaños. Todo poemario escrito tiene una historia y una trayectoria que lo justifica. El poemario es la justificación que ahora tengo, como un derecho inalienable de acostarme cuando yo quiero, y escribir, oír música, leer o ver una película, o para emborracharme de nostalgia si fuese preciso. Pero éste no es el caso (la nostalgia digo), ahora lo que importa es crear una poesía que guste al lector, y si no gusta, es a mí a quien debe gustar como primera excusa. En Poemas con Nocturnidad he puesto el empeño de rimar de varias maneras, aunque sin perder el ritmo, y la musicalidad. Hay poemas rimados en serventesio la mayoría, también hay una Oda, y un poema rimado y esdrújulo, también sonetos endecasílabos, y algún capricho experimental. Lo importante es que son narrativos, y según me han dicho, huyen de la cacofonía. También un par de poemas en prosa, y más sorpresas encontrarán en él. Espero que guste. El lector de poesía es exigente, sé que un poemario rimado corre el riesgo de que lo tilden de cacofónico o de epígono. Ese es un riesgo que he tratado, siempre, de eludir. Espero que los que lo lean lo hagan con agrado, y que no se aburran, las imágenes y las metáforas creo que no son escritas por nadie, aunque quién sabe, la palabra puede ser parecida en un mismo idioma, aunque en distinta lengua sea otro poemario, depende del traductor, o de cómo sea la estructura del poema. Espero que tenga buena acogida, aunque todavía falta tiempo hasta que salga publicado.