la glándula pineal

Mientras los niños jugaban yo me decantaba por los vídeos de YouTube: odio la televisión, cualquiera que sea el canal. La niña estaba jugando con la tablet y el niño con los videojuegos comprados por su abuelo. En uno de los vídeos aparecían Los Rolling Stones y cantaban Angie, siempre me ha gustado esa balada, estaba tarareando la canción sin mirar a la pantalla del televisor. De repente, la niña, Úrsula, me dijo: los guitarristas del grupo se ríen del cantante, y yo le dije: -¿de quién? ¿De Mick Jagger? Y la niña asintió. A mí me cae bien Mick Jagger, pero no pude hacer otra cosa que reír, la niña era una auténtica crack. Había visto un detalle y yo que ni cuenta me había dado. Comprendí entonces que la niña Úrsula era muy observadora, y además con nueve años entendía muy bien el lenguaje no verbal. Pero esto que cuento es una pequeña anécdota. A los niños de ahora les llaman Milenials pero tienen una inteligencia muy de niños mayores, comprenden mejor el mundo nuestro más que nosotros mismos, que somos los que lo controlan. También tengo otra anécdota con mi hija Úrsula. Fuimos hace unos días a un cumpleaños infantil y vimos en el festín un señor que comía empanada de carne con ansia y bebía cerveza. Mi hija Úrsula me dijo: -Mamá, ese señor come y bebe mucho, por eso va desabrochado ¿verdad? Yo creo que le va a dar un ataque, añadió. Éste hombre que les digo era un señor obeso amigo de la familia del niño que cumplía años. Estuvimos un rato. El niño, llamado David, era un compañero de clase de Úrsula,  ella ya le había dado su regalo, y lo había abierto. Al rato de romper la piñata nos fuimos. Pasaron algunas horas y nos fuimos a cenar los cuatro al McDonalds que hay en el Parc Vallés de Terrassa. Mientras cenábamos llamaron al móvil, era la madre de David que estaba muy sofocada, yo lo atribuí al cumpleaños y al mismo bullicio de la fiesta. Y me contó que al poco rato de irnos a un señor gordo le dio un paro cardíaco y tuvieron que llamar a una ambulancia. Desde ese instante empecé a mirar a Úrsula con otros ojos, sin duda, es una niña especial. Tiene cosas así, como lo demuestra el caso los Stones, es previsora y muy observadora. Su abuela dice que tiene el ojo de Horus desarrollado.  Se cree que los egipcios simbolizaron el ojo de Horus como la glándula pineal, es un don que tienen algunas personas mágicas. Y yo creo que Úrsula lo tiene. Es como reír, a veces te ríes tú, otras veces son otros los que se ríen, en el mundo no hay gente igual, hay gente para todo. Por ejemplo, mi hijo pequeño, Unai, dice que es un otaku y yo le dejo, él se define así. Si hubiera gente igual qué aburrido sería el mundo, y qué insulsa sería la vida. C’est la vie, mesdames et messieurs. La vie est un mystère. 

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