Capplannetta y la escritura

Habrán notado que últimamente escribo mucho, quizá sea demasiado. Tengo muchas cosas que decir y las digo, aunque me califiquen de loco, este que les escribe no quiere dejar ningún cabo suelto, o de otra manera, no quiere dejarse nada en el tintero. Quiero pensar que lo que escribo le sirve a alguien, aunque sea solo por el hecho de reírse de las cosas que digo. Las digo porque las siento, en esta bitácora ninguna vez me podrá acusar, el que la lea, de que digo mentiras, quizá alguna errata, quizá algún gazapo o como mucho una exageración, pero jamás miento. Las cosas que escribo son crónicas de un escritor aficionado que intenta ser peregrino en el desierto, quizá no dure cuarenta días predicando como Jesús, pero sí llevo más de cuarenta publicaciones este mes. No me gusta sacar pecho con con cosas tan ilusorias pero escribo porque la soledad es a veces una compañera que invita al diálogo con nadie, y como con nadie lo veo una locura, lo hago para usted lector. Ha habido momentos en que he sido indiscreto y he confesado cosas que otros no harían, pero éste soy yo, no seré ningún juguete roto, tampoco un personaje apaleado como a un pelele, mi personalidad es más fuerte que todo eso, no escribo con un convencimiento de tener un público lector, escribo para encontrarme o reencontrarme conmigo mismo. Sean ustedes bien venidos, sóc capgrós sense planeta. 

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