Capplannetta a un metro de ti

Interestelar

Hoy, otra vez, ha venido mi padre a traerme víveres y tabaco. Cerraba sus brazos como queriéndome dar un abrazo desde la distancia. Me ha traído hasta alcohol desinfectante. Mi padre es un valiente con setenta y dos años que tiene. Como los quiero, y más en estos tiempos en que nos tenemos que dar abrazos desde la lejanía, besos al aire, conversaciones por videoconferencia. Las tecnologías son muy útiles, pero no bastan para tener una vida con plenitud. Ninguna tecnología puede suplir el cariño humano, ese calor adosado a nosotros y que se da gratuito, sin hacernos preguntas del porqué lo entregamos, pero lo entregamos a manos llenas, y el que no lo haga irá como un motor en una cadena de montaje, de mano en mano hasta que ya sea sólo la parte de un aparato. Ignorando su procedencia, su destino, su función, y hasta su fecha de caducidad. Cuando llegue el día de su jubilación poco importará, ya que es un aparato, un artefacto sin alma. Yo, probablemente, tenga una vida parecida a la de estos motores. Aunque yo tengo alma. Un alma que conocen aquellos que me vieron en sus vidas y tal vez me recuerden con cariño, otros, quizá, me odien desde su resentimiento. Pero allí donde estéis pensad que estoy a un metro de vosotros, digo esto porque yo ya estoy cansado de buscar y buscar, de repetir mi canción, y quizá sea eso, que os escondéis o me huis a mi llegada y tal vez estéis hartos de mi repetida cantinela. Saludos desde el confinamiento, ahora estamos todos encerrados y pronto caerá la tinta sobre esta misiva creando lágrimas corridas que se pierden y quedan en el blanco/negro soporte un borrón que se derrama.

Capplannetta (Jaulero Enjaulado)

jaulero enjaulado

Entre los pájaros de mesa (ahora prohibidos en Catalunya) se encuentran cuatro razas aptas para concursar en un concurso pajaril para pájaros de pañuelo. Está el pájaro Pinzán, que es pájaro que se alimenta de insectos y de semilla grande, pero lo que más le gusta es el cañamón, que proviene de la planta del cáñamo, que puede ser marihuana. También come una semilla llamada mijo, y negrillo, también alpiste y tiene un cante que va de menos a más, lo llaman a este tipo de cante rusinyolear, ya que es pariente del rusinyol, que es un pájaro común en el paisaje de los Pirineos de Catalunya. Otro pájaro que es muy habitual es el Colorín, comúnmente llamado Jilguero, en Catalunya le dicen Cadernera. Sin duda es mi preferido y el que mejor cante tiene, se puede mezclar con canarios. Después está el verderón, ya que su plumaje es verde, en Catalunya se le llama verdú. A mí en especial no me gusta, tiene un cante feo, aunque yo tuve un verderón que daba volteretas en su jaula. También (por último) está el Pardillo, conocido en Catalunya como passarell, tiene un cante gracioso y peculiar, este también puede mezclarse con canarios, aunque es muy difícil sacar adelante sus crías. A las mezclas entre canarios con pájaros silvestres o de mesa (concurso) se les llaman mixtos. Después está mi pájaro preferido pero no puede concursar en una mesa aunque es un deleite escucharle por los pases y explanadas de Catalunya, y es el Chamariz. El Chamariz tiene el cante más bonito que se puede escuchar, el de más algarabía, también los he visto mixtos, o mezclados con canarios. Tener un Chamariz es tener un pájaro alegre siempre pinturero. Es un pájaro que gusta de ciudad y monte. Es pariente del gorrión común y de el Pardillo. Nosotros cazábamos a través del “arbolito” con cruelas untadas en liria de muérdago. Se quedaba su plumaje enganchado entre la pegajosidad de la liria de muérdago, y te dabas prisa o se desenganchaban. Usábamos como reclamo diversos pájaros en sus jaulas camufladas con arbustos. Ahora que estamos todos “confinados” supongo que estamos un poco enjaulados, como éstos animalitos. Ellos tenían su comida, para el Colorín lo bueno es la semilla de cardo, por eso lo verás entre cardos borriqueros, el pardillo es de negrillo, aunque también le gusta el cardo, pero el Chamariz es de miga de pan y las semillas pequeñas. Las personas somos muy parecidas al mundo pajaril. Debo de decir que al igual que suele ocurrir en la vida de las personas el mundo pajarero es un mundo machista, pues sólo van a concurso los machos, las hembras se reservan a la cría, y está prohibido tenerlas en cautividad, de cualquier especie. Ahora que pienso, en mi adolescencia he tenido muchas jaulas, pero en realidad el enjaulado soy yo. No sé, es mi impresión. Entre vicios y reclusiones solamente recuerdo bien el tacto frío de una jaula. De mi confinamiento.