Capplannetta y las tertulias telefónicas

Huevos Fritos

Hace unos días llamé a un amigo tras el transcurso de lo que popularmente es conocido como el “confinamiento” por el COVID-19. Eran horas para cenar y mi amigo se estaba preparando la cena, se escuchaba por el auricular telefónico explosiones breves debido a los huevos fritos que se estaba preparando con arroz a la cubana me dijo, me advirtió que iba a cenar, que después me llamaba él, yo accedí, era comprensible; y al rato me llamó. Empezamos nuestra charla hablando de cine, después de literatura y acabamos hablando de mujeres, mi amigo enseguida expuso el tema de las piernas femeninas (no todas hermosas y agradables al instinto sexual masculino) y yo le seguí el hilo diciendo que en el cine siempre hubo piernas de escándalo, y enseguida sacamos el tema de los senos, parte atractiva en según qué mujeres, enseguida intercambiamos aspectos como la revista Playboy y hablando de chicas que por discreción no diré aquí sus nombres. Mi amigo, que es oriundo de Bilbao, en seguida me dijo que en el País Vasco es el lugar de España donde menos se folla, la verdad, no lo sé, no quiero meterme en camisa de once varas, pero es posible, el norte es frío y gris, pero creo que es relativo. Enseguida le corté y le dije que los que no follamos somos nosotros, y más ahora con los tiempos de reclusión debido al “coronavirus”, en fin, digo esto por que yo creo que la gente folla cuando la dejan, excepto las bestias. Me gusta el sexo, aunque para mí lo importante es el “quién”, es de enorme importancia, he tenido experiencias negativas que aquí es mejor omitir. Mi consejo es que follen, que se desfoguen, la retención de sexo es proclive a la mala leche y eso conlleva a depresión; es necesario.

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