El verano, ya que tiene más horas de luz es ideal para relajarte y ver el mundo ya sea el World Wide Web o el mundo que camina. Pasar un verano fresquito, con una cerveza fresca y tumbado no tiene precio. O relajarte con un buen libro, o escribiendo o cualquier cosa de ocio o también de placer, ya me entienden. Los momentos de relax son momentos placenteros que llevan a la ensoñadora vigilia o al hecho en sí de estar ausente. Momentos de paz que muchas veces son pocos y duran menos. Y duran poco porque la vida no puede ser relax y placentera siempre. Debe haber tiempo para todo, aunque cada cosa, se disfruta mejor, en su momento. Sería muy aburrida siempre relajado, te atrofiarías. Es imposible relajarse con la televisión de ahora, aunque cada vez en mayor grado, cada individuo puede elegir qué ver en todo momento. Está YouTube o Vimeo. Existe la televisión por cable, existe Internet, bueno, qué les voy a contar. Yo recomiendo música como relajación. Te pones jazz o música clásica y puedes incluso quedarte dormido. ¿A quién no le relaja un sueño profundo con aire acondicionado o incluso el ventilador? Aunque dormir con el ventilador duelan las articulaciones, pero vale la pena. Eso es el verano, a mí parecer. Luego están las vacaciones, pero para una persona sencilla como yo, las vacaciones en mi piso son de lo más relajadoras. Un cerveza, música, las piernas cruzadas poniéndote comodón, qué más quieres, no tienes dinero pero eres rico. Sí, yo lo creo así. Los mejores momentos y las mejores cosas en la vida cuestan muy poco, a veces son gratis. También en invierno, tengan relax. Háganse ese favor.