Alucino con la paz que dan las medicinas como los tranquilizantes y lo necesarias que pueden llegar a ser. Se sabe que son pura química, pero sin ellas nuestro organismo padecería de sufrimientos absurdos que en un estado natural, con todas las sustancias en nuestro organismo, serían a la vez que paz la verdadera salud. Yo tomo diversas sustancias debido a enfermedades variadas y, pienso a veces, que tan necesarias resultan y qué bello sería vivir sin ellas. Son una obligación en mi día a día, aunque los efectos secundarios que éstas producen también son parte de mi día a día. La salud es algo que deberíamos valorar más y no jugar con ella en otros aspectos que no diré (para no dar el coñazo) pero yo creo que es la virtud más importante y la más necesaria que el ser humano puede apreciar, la mejor virtud, el máximo don. He estado en momentos que no he tomado la medicación debido a las efectos secundarios y he comprobado en mí mismo lo importantes que son, una vez las has tomado ya no hay marcha atrás. De joven me automedicaba por drogadicto y me he llevado algunos sustos que me producen cierta vergüenza relatarles. Yo soy un adicto al tabaco y sé que algún día tendré que dejarlo, sobre todo por mi salud, luego el alto coste, y también porque es un vicio sucio, a veces he hecho vuelos de doce y trece horas sin poder fumar y es un infierno. Te estresas. Muchas veces me han dado ganas de fumar en el WC del avión, pero después pienso en la multa. Y pronto se me pasa. Es mejor medicarse cuando no hay más remedio, hacerlo por colocarte tiene su precio. Benditos aquellos que no toman ninguna medicina. El cuerpo humano es un enigma. Un enigma que hay que cuidar.