Tengo varios chats de Whatsapp completamente vacíos (sin palabra alguna ni fotos ni emoticonos). Resulta curioso. Parece ser extraño que con aquellas personas que tengo menos afinidad tenga chats vacíos (aunque éstos digan que me quieren) y con otros habré intercambiado alguna palabra, un saludo (muchas veces sin contestar por ambos) y con otras un simple emoticono. Parece como si el Whatsapp fuese un medidor de afinidades donde los de mayor relación están en primeros lugares de la lista y los que menos están al final de la cola. Con éstos que están al final de la cola, están, porque no tengo nada que decirles, se han hecho extraños con el tiempo, extranjeros de mis aplicaciones, parias de mi corazón en paz con la vida. Las nuevas tecnologías (que ya no son tan nuevas) son como un espejo de nuestras virtudes pero también de nuestros defectos. Es curioso. También ocurre el caso de que la gente prefiere decirte las cosas escribiendo por Whatsapp o mediante un mensaje de voz también por Whatsapp, pero les resulta cuesta arriba hacer una llamada o decírtelo a la cara, nos hemos convertido en esclavos de nuestras pasiones y a través de la tecnología hemos inventado otros métodos de comportarnos que son un compendio de las actitudes que campan en la tecnología, y a consecuencia de éstas, mayor es el biombo que ponemos tecnológicamente. No sólo Internet tiene cosas maravillosas, también está lo más deplorable del ser humano. En fin, usen la tecnología como herramienta, no se dejen usar por ella, la tecnología es esperanza pero también está repleta de malicia y de soledad.