Capplannetta in the new age

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Resulta obvio decir que el tiempo de la tecnología analógica ahora claramente tiene una función de coleccionista (también contemplan funciones artísticas postmodernistas sorprendentes y dispares) en algunos casos. Debido a que las nuevas tecnologías, incluyendo desde el World Wide Web, la fibra óptica, la programación en software libre, como también las grandes corporaciones tecnológicas (aceptemos el hecho) están creando un mundo más conectado, más entretenido e inclusive más pequeño. Ha cambiado la manera total de ver televisión, ya que ahora puedes elegir qué ver; se sabe que existe el contenido spam pero también existe mucho otro tipo de contenido interesante en la red. Ahora el que se aburre es porque está saturado de entretenimiento en Streaming o porque tiene inquietudes de cualquier otra índole. Mis padres por ejemplo, se han adaptado al mundo de las nuevas tecnologías de manera plausible, y consumen a coste cero todo un sinfín de contenido digital. Esto ocurre con gente que ha vivido los años de entreguerras, ¿qué no será posible con los nativos digitales? Estamos experimentando un alto nivel cultural (no en todos los casos) que abre frentes ahí donde había vacíos culturales. También han cambiado nuestras bibliotecas, nuestra manera de vivir en casa, en el trabajo, nuestra manera de comunicarnos, por eso es esencial que no pongamos al campo llaves, aunque tampoco debemos tolerar el libertinaje tóxico. Si hacemos más hincapié en el software libre y liberamos la red de todo monopolio opresor, Internet será un apacible lugar donde pasar ratos de ocio y de lucha hacia un mundo más justo. Es obvio decir, además, que si estamos en una sociedad de consumo las grandes corporaciones de Internet ofrezcan sus productos a precios competitivos, como también huelga decir que no tienen porqué los programadores de software libre trabajar gratuitamente. Aunque sí se debería repartir la riqueza (aludiendo al tema político-social) en pos de un mundo más necesariamente justo. En primer término los europeos y los estadounidenses (también los ricos empresarios chinos, rusos e indios) deberían de dejar de expoliar a África si no quieren que los africanos vengan como refugiados de sus países de origen hacia Europa. Si se logra este requisito fundamental veríamos menos tráfico de refugiados políticos y económicos. Dejad a África ser ella misma. Dejad al Sur ser el Sur. Debemos luchar por un mundo más equiparado y no tan acaparador. Luego está el tema del calentamiento global y la deforestación y la contaminación de los mares. Nos quedan muchos frentes pendientes y muy poca voluntad de que la cosa vaya a mejor, y eso no es otra historia, es la historia del presente.

Ahora yo me pregunto, ¿con estas premisas estamos preparados para la cuarta revolución científica e industrial partiendo de la base de las humanidades? Yo creo que no nos convertiremos en bloques de hielo ni en ciber humanos que den la espalda a las humanidades, aunque sí seremos un foco de tóxica atomización y misantropía. Yo creo que en tema de cultura, humanidades y filantropía también tendremos un frente pendiente. Las instituciones tienen que hacer políticas de congregación, de reciprocidad entre las personas, políticas pensadas para que las gentes salgan de sus hogares y se socialicen, ya sea por medio de la cultura en común, también de la reivindicación de una sociedad más culta, y todos estos instrumentos utilizarlos para la propagación de los bienes comunes en el sentido práctico de conocer al otro, al distinto, al diferente. En esto intervienen factores institucionales y familiares, que dicho sea de paso, es una institución en decadencia, ya no solamente culturalmente hablando, sino dentro de ámbitos psicoafectivos, alimentados también por la educación y la buena praxis emocional; se puede llegar a crear sociedades modernas que sean ambientes de paz y participación donde se comparte, se creen vínculos de costumbres compartidas y no competitivas. En definitiva, una vecindad unida y en armonía. La Mixtura es el futuro.

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