Se escribe para una mente universal, se compone música para una mente universal, se diseña moda para una mente universal, se filma cine para una mente universal, se imparte retórica para una mente universal, la mente universal está monopolizada por la mayoría, la publicidad, el diseño, las marcas, las artes, Internet, la prensa, todo, está optimizado desde la variante del estereotipo, que es a su vez un mismo patrón de la gran mente universal. Las minorías tienen su propia subcultura, y de éstas depende que se inclinen por la alta o baja cultura. La baja cultura tiene su estereotipo más próximo en la cultura pop, y lo pop se sabe que proviene de lo popular en la medida estándar de un mundo cada vez más dominado por el hecho de consumir, y por el hecho de votar en un sentido genérico a un bipartidismo imperante, sí o no, to be or not to be, this is the question, y se vislumbra el hecho de que todos/as nos conformemos y seamos unos simples ciudadanos. Pero ¿qué es la mente universal? Digamos, a bote pronto, que desde el comienzo de la civilización siempre se han impuesto las reglas como por ejemplo en tribus, en grandes manadas, o en pueblos en donde ha imperado la voz de la mayoría, y aquel que se opusiera a esta voz suprema se le desterraba, y ahora, en esta era, se le condena al ostracismo. La mente universal nos proporciona una vida sedentaria, de zona de confort, de conformismo, de cadena alimenticia, de consumismo, de medios de comunicación que se decantan por uno u otro pensamiento político, la mente universal (y no soy el único que lo ha dejado constatado) es un monstruo que se retroalimenta de su propia vorágine de consumo y se magnifican las marcas monopolizándose en lo que todos/as o algunos/as llaman “mercado”. La mente universal no sólo se manifiesta tras el capitalismo, todo el mundo, sea éste de cualquier índole, se hace material o se materializa porque se ha estudiado muy bien a los consumidores, que son trabajadores o no, y se conocen los comportamientos estudiando las necesidades de cada consumidor para crearla y crear “economía de mercado”, que es otra bestia inmunda pero que ésta acapara a todas las ideologías del planeta, y acapara todo el concepto de mente universal. Así es la cosa amigos.