exhibicionismo

…Si crees que vale la pena mantener todas esas ridículas poses, repetición tras repetición, frente ese variable algoritmo entre trillones de bytes amontonados ante un trozo de ti. Si crees que porque no te sigo con un Me gusta artificial ni me hago pajas mentales pensando en tu silueta de antesala voy a pedirte el alma entera, te equivocas, mi cariño no es un hielo de pixel tras tu mortaja digital de tus egos exhibicionistas, te exhibes como una loca, rastreando tal vez el frío tacto estéril que una tablet pueda contener de quien siga tus poses marcando músculos, tu cronología edulcorada, manipulada, tu diario de marioneta trasnochada que sólo da respuesta a las preguntas que tú sola te haces. Y no sabes que no es ahí donde se columpia el trasiego de seguidores, no, es que eres ingenua, ingenua como un niño que canta desafinado si lo adulan más se crece y más desafina el pobre, qué le vamos a hacer; te exhibes porque estás sola, te exhibes porque es fácil hacerlo tras un variable algoritmo, te exhibes porque no te gustas tú, ni los que decían ser amigos tuyos, le pides a Papá Noel diez centímetros de cadera, como quien pide un juguete y se lo dan roto, porque ¿a quiénes les importa la crónica sucia de tu arrepentimiento? Eres superficial, anodina, provinciana, y tienes la mente educada por la televisión, quieres un novio cachas y deportista pero sin mucho juego, ya no sabes si encarnecer más los labios que los glúteos; los glúteos, haciendo sentadillas, los labios, que te miren por el morro. Pide milagros a Lourdes o a Santa Lucía, en fin, ya basta por hoy…

Un comentario sobre “exhibicionismo”

Deja un comentario