…Desnúdate deprisa que vengo empapado de alcohol y al verte desnuda a mi lado se enciende la luz ella sola, se enciende la luz sola porque todo mi paisaje es oscuro como los bosques en la noche, como los veleros en la madrugada del mar en tormenta, como un desierto sin estrellas en la noche cegada. He navegado barcos donde fui patrón y marinero, cuando fui patrón se amotinaron los marinos, cuando fui marinero fui yo quien se amotinó, he huido de las nostalgias y estaban sentadas en mi portal, juntas las unas con otras, como en un piano de juguete, do, re, mi, fa, sol, la, si, he salido en pijama a buscar la última micra de Maná que quedaba en el populacho, he cambiado la sonrisa por un viaje al festival de la sorpresa y vísceras, despojos y otras barbaridades me hicieron volver a mi casa con la luz apagada, justo el día que cambiaron los muebles de sitio, con todo tropezaba, y yo tenía la certeza que era mi casa, donde yo nací, donde floreció mi frente, donde estaba el abrazo de mi padre y de mi madre, fue lo único que sí pude encontrar. Buscaré un próximo porvenir y utilizaré tu cuerpo desnudo como mapa, me guiarás por senderos de sexo, me advertirás de los peligros, ya que tu cuerpo desnudo está siempre al acecho de las lluvias torrenciales y las heladas en la noche, en él encuentro mi estrella, me acurruco en el invierno, conozco la mayoría de sus dulces secretos, él es el guía de mi próximo porvenir…