estar solo

…Se morirá tu tercer perro y seguirás en habitaciones huecas, donde solamente se amontona el eco partido de tu vacío. Los hombres normales plantarán murallas viendo extenderse la plaga horizontal de tu sequía. Tú sequía de lágrimas contrapuestas porque arde de plegaria la miseria de esta época. Cada cual sigue el rumbo de sus Epifanías más tempranas, y les impregnan de total huella por lustros, hasta que se acostumbra el hombre a ser más hombre, hasta que se acostumbra un zapato a la moldura de un pie deforme, ya está prevista la soledad del boxeador, la soledad del poeta, la soledad del artista, es un desahucio en pijama. El vigilante con su radio se amolda a su soledad pequeña y mientras tanto las mujeres se pueblan de olvido para representar a la flor marchita en su única función de escaparate. Quiero la alegría de los besos primeros, aquellos besos que pronostican la firme tarea de animal libre en un ciento por ciento. En nuestra soledad se ha hecho un murmullo oculto, y todo, para no despertar a los niños, y a las gaviotas que mascan toda la rosada apariencia de las auroras al amanecer. Morimos solos en nuestros rincones, solos, ante el espíritu esférico de los relojes en el ocaso, se prestan las agonías a ser nuestras lánguidas tragedias mientras escarbamos en la soledad, soledad de cementerios silenciosos e Iglesias que el mar no conoce…

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