…Mi vida comenzó a ser un drama mientras usé mi biopic tras la tragedia, y esta no era griega ni lorquiana, era cine quinqui en toda regla, comencé a florecer como una Orquídea amazónica cuando Shakespeare murió el mismo día que Cervantes, cuando los libros muertos imploraban auxilio, todos pedían que los sacaran a que les dieran el aire, el amor es algo serio, lo sé quizá por los culebrones, lo que sí que estoy seguro es que el amor nunca ha sido una comedia romántica, ya que me expulsaron del paraíso como a la famosa parejita, pues esto lo leí en la novela más traducida de la historia, y todo gracias a un tipo llamado Lutero, que llevó a los pobres lo que empapado estaba en latín, para hacerlo un longseller sagrado. Y pinté mi autorretrato como Goya para verlo algo después detrás de un tendedero, nada más un collage encontré, que yo lo hago mixtura con un dedo. Viene el santo pixel a hacer historia, pues apartó a la humanidad de un cuarto oscuro. Bien sabe Dios y el cura que la vida es arte, ya que si es el arte quien imita la vida, el arte de vivir, eso es victoria. Chorrear pintura en un lienzo puede emocionar al sensible y a quien goce, el hiperrealismo da la espalda al arte abstracto, y Frida Kahlo con Diego Rivera demostraron que el género romance puede ser realidad, también es verdad que la realidad a veces supera a la ficción. Si Javier Bardem es el Marlon Brando de la generación del VHS, yo gozo de todo lo que puedo llamar arte, para eso creo tener criterio, no necesito que venga y me digan lo que es y no es poesía…