el porqué de la cuestión

 

De niño ves la locura, pasas de largo sin percibirla, ya de adolescente, la ves sentada a tu lado, la miras, te ríes de ella, y al llegar a casa le preguntas a tu madre: -Oye mamá, ¿por qué se vuelve loca la gente? Y tu madre te contesta, por que la vida es así, enfermas de los nervios y con los años se va agravando la enfermedad, ya sea por las drogas, el alcohol, o las manías, ¿te quedó claro, hijo? Le contestas falsamente que sí, pero no, no te quedó nada claro. Hasta que te la encuentras a la locura cara a cara, mirándote e imitándote en todos tus movimientos, te imita al principio, después te hace suyo, poco a poco te hace más y más suyo, hasta devorarte ya acabado, entonces es cuando lo entiendes, te sometes a la locura, en un principio son las drogas, después es el desamor, luego la falta de empatía de las demás personas, comprendes que ese trío han hecho mella en ti, las drogas te dejan sin neuronas, el desamor te cría los piojos de la derrota, la carencia de empatía de las demás personas te quita la vergüenza de rascarte en público por el picor de los parásitos, después sin reparar en ello, ves al mundo reírse de tu figura escuálida y repleta de piojos y efectos secundarios debidos a la toma de medicación psiquiátrica, entonces ya te das por entero a la decadencia y empieza la megalomanía.

Deja un comentario