Escuchar música jazz es un deleite para el que le guste, aunque el jazz sea gran parte improvisación es como una lucha, el jazzman contra el swing, es un trabajo de agudeza y rapidez mental, requiere altas dosis de conocimiento frente al instrumento y cierta sapiencia del swing que en ese momento marca el ritmo, como una pelea de lucha libre, hay que estar dispuesto a caer en el cuadrilátero, pero también puede caer el adversario.