aquellos años olímpicos

Explosivo sabor de mi viejo barrio,
libra el alma un tanto longeva,
suena Camarón en la radio
con nuevo disco y canciones nuevas,
plagados los dientes de sarro,
Cuba-libre de cocacola y ginebra,
noches con pies en el Barro,
decidme ¿qué se celebra?
la rumba mueve sola el cotarro
y se baila en pasos de zebra,
tiempo de Magoty, de Albatros,
aguja con nylon que solo se enhebra,
Rímel para ojos y rojo pintalabios,
allí en las enormes salas de espera
mucho humo en los lavabos,
noches de encanto y de verbena,
ruido de muchachos dando pasos
persiguiendo a una gota ebria
de muy corto recorrido amargo,
como somos hijos de Adán y Eva
algún Caín habrá bajo este letargo
y algún Abel que a ratos se enerva,
todos andamos buscando milagro,
puede parecer pura niebla de quimera
pero Barcelona en aquellos años
era epicentro de limones de cera,
Barcelona de golfos y voluntarios
que se desnudan de nochecita buena,
akelarre de catarsis y espectáculo,
en un plis arde por entero la primavera
y los noventa son el gran escenario,
años de querer conquistar la ceguera,
años que nacen pretendiendo algo,
años de juventud y vida sin cautela
y muchas ganas de querer aparentarlo.

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