No tengo ansias para poder yo volar,
mi melancolía es de llorar en seco,
busco un sol en medio de este solar,
de ningún niño quiero ser muñeco,
perdí mi nido en los que depositar
los huevos que suenan ya a hueco,
si al fin un eco ha de sonar y sonar
oh! Dios, si me das paz juro que rezo,
la guerra del opio vino a mi hogar
y yo la eché al final de menos,
no encontré gancho donde poder colgar
las llaves de aquellos tercos empeños,
donde mis camisas se hinchan su ademán
me recorro supermercados leguleyos,
que huelen a nuevo con su Dios dirá,
caverna es con pinceladas de ensueños
en la derrota diaria donde se come pan,
mi melancolía se pudre ahora en seco
y canta la canción de la triste soledad
felicidad edulcorada calidad-precio,
y se suma a una voz enlatada en la ciudad
con un alter ego sin rastro de la otredad
de sueños de pegatina donde doy el pego.