ausentes 

Este delirio mío de añorarte tanto

pues te cuelgo el teléfono y ya te echo de menos,

sólo hallo yo consuelo si te estoy besando,

es como si albergaras en ti todos los venenos

en los cuales la adicción se va derramando.

Veneno, veneno, veneno, veneno

que esencia negra adentro de ti tú tienes,

mi mal es echarte tantísimo de menos

y vienes a mi lado cautelosa como serpiente,

vienes lenta pero directa, huidiza pero sin freno.

Me mordisqueas, me dejas ansiedad algunas veces

y yo me pongo sensible y erecto, te vas y me apeno,

si dolorosa es la fiebre más dolor es quererte

cautivo soy de tu adictivo y lascivo beso

esperaré unas cuantas veces, cientos, hasta tenerte.

No juegues con mis besos pues no son un juego,

te besé frecuentemente en tu enganche de fiebre,

tú no imaginaste que te besaba un ciego,

un ciego con su mirada y con su presencia ausente

que te besaba porque te quiere.

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