Empezamos lo nuestro
como un atardecer de fuego,
los niños daban portazos
en su prisa para el colegio,
después el verano y cambiamos
de postura no tarde, luego,
tanto te quería y quizá
aún te quiero,
lo sé porque respiro de tu poema
para hacerlo mío este verso,
empezamos lo nuestro
como una cosa en la cual
pones todo el empeño,
sacrificamos tanto,
tanto dejamos seco el tintero
que el paraíso era nuestro
y lo hicimos gobernante al dinero,
tanto te quería y quizá
aún te quiero,
lo sé por la palabra
atada a mil te quieros,
empezamos lo nuestro en el horizonte
dimos paso y cada vez más lejos,
cruzamos el mismo océano
para separarnos beso adentro,
ciegos éramos los dos,
ciegos de beso a beso.