la llamada de la sangre

vaqueros y piramides

Solamente tengo a unos padres esclavizados a mi parentesco, no tengo hermanos, sobrinos, primos ni tíos, vivo una realidad más fría que los témpanos de hielo, un iceberg se desprende de su colina helada, ¿para quienes se crían los homúnculos del mundo? Cogen una mandrágora y unas gotas de cornezuelo, unidas éstas a la belladona, y nacen, siempre nacen mientras que el sol se tropiece contra el amarillo, si esto no ocurriera sería este una simple estrella obesa.

Sin el color blanco la luna es mentira.

Hay una catarata de sangre, hay mucha sangre en los rincones coagulada, vienen las heridas abiertas a pedirnos que les tapemos la bocanada, hay sangre, mucha sangre, tanta sangre hay que leche y sangre son la misma cosa, hay sangre africana, sangre europea y sangre miserable por las llagas de la locura del mundo, viene la sangre en un naufragio de temperatura ciega por las calles de estos brotes sin sombra.

Deja un comentario