Mamá, mañana parto a la mar, he oído cantos de sirenas y Neptuno me espera para cenar, Mamá, mañana parto, partiré desde el pormenorizado punto en el que regresar, Mamá, cruzaré el océano eternizado y la noche exprimirá mi sal de soledad y mi botón desabrochado, Mamá, solo y con rumbo a tres pies retrasado, partiré hacia la mar y el azul será mi verdad, y el sol mi menoscabo, Mamá, mañana parto, atracaré en las Indias con mi oro castellano, arribaré a Yucatán y de ahí partiré a Santiago, no sé si de Chile o de Cuba, pero la mar será mi destino caribeño o austral donde renunciaré a la luz del faro, la mar y mi soledad, mi verdad y mi nudo gordiano, mi barco, yo capitán y mi barco no tripulado, mi destino en Panamá, mi mirada de timón y sal, mi ciclón y mi tedio varado, Mamá, tu hijito mañana partirá, me espera Hong Kong, Singapur y un cuadrante de vestigios de sueños fracasados, Mamá, la historia es el viaje, el destino es lo callado, da lo mismo que llegue si he de arribar, o si lucho con vientos huracanados, un tiburón se comió mi pesca antes de llegar al puerto tan esperado, un marino fleta su barco para la mar, pero Mamá, atrás deja un pasado, parto para mi verdad, poco me importa la soledad, si no me dejan atracar, poco importa el naufragio, si lamento lamentaré no cruzar por este mar que supura a mi paso, bajo constelación y cuadrante inexacto, cruzaré el mar, lo demás quedó en tierra amarrado.
Archivo por días: octubre 22, 2013
suerte de naipes
Como en una suerte de naipes, Perú es una escalera de color, al cholito lo sentencia el mestizo, al mestizo lo sentencia el caucásico, y así, toda la amalgama de culturas, se sentencian alrededor de Miraflores y San Isidro, que viven amurallados ante los vestigios emigrados desde la selva, la sierra y los suburbios de la costa. Lima, sucia de huano de pelícano, Lima, con su playa de invierno podrido, se muestra altiva y prepotente por que la noche de cara al pacífico se eleva como una rosa náutica de lujo y despilfarro. Mozo, sírvame un pisco sour, Mozo, sírvame el jalón que me cure el soroche, Mozo, sírvame el bitute, que me quedé con hambre en el lonchecito, yo te doy mi dólar sudado y no es coima, sino propina. El aullido eterno de los 500 años, Pizarro descabezado y la sangre de Tupac Amaru, el último lamento de Atahualpa, búscame en el sol de mi Donuts de lúcuma, destápame que el huachimán ha encontrado ratones, ratones no, que son cucarachas, cucarachas no, que son hormigas rojas, séllame la boca con un huarique donde venden unos pollos asados de la puta madre, en Perú se come bien en todas partes, el único inconveniente es que no hay dinero en ninguna parte, vamos a Azángaro a falsificar documentos, vamos a Gamarra y compramos ropa cómoda, yo me voy a la Casa de España pues hecho de menos a la Madre Patria, pero eso no es malo, lo malo es que llevo deambulando entre el tráfico de Lima sólo hace una semana.