Hay poetas y escritores que son muy buenos haciendo su trabajo, son muy buenos en eso de conjugar verbos y en eso de buscar adjetivos, y en eso de unir sujeto, verbo y predicado, pero se olvidan de algo, se olvidan de ser luminosos como soles candentes, ya que son oscuros, les saludas por la calle y se retiran a componer sus poemas, embalsamados de experiencia superficial, follando menos que Tintín, leyendo toda la mierda que caiga en sus manos por que algún fulano dijo que esa mierda era buena, estos poetas son oscuros como manchas de humedad en una pared amarilla, son muebles viejos que creen en la técnica de los baúles que se abren de siglo en siglo, estos poetas son maleducados, por que arañan vanidad y techumbre haciéndose lejanos como las estrellas del rock, y son tontos, sí, por que la vanidad es breve, por que se agotan las horas como primaveras fugitivas a las que les falta el oxígeno, son oportunistas e inoportunos, maleducados del vicio por la élite de los prostíbulos burgueses de la hipocresía ilustrada, anda y que os jodan, anda y que os jodan, por que yo voy a vivir la vida a tope antes de gastarme 106,57€ en libros, voy a gastarme la pasta en hacerme un mamífero inmenso, saciado, colmado, y muy satisfecho, voy a gozar de la hermosura de las sonrisas, voy a gozar de las malas compañías, voy a tratar con dementes, con borrachos, con cocainómanos, con crápulas que se acuestan con las chonis ordinarias, ordinarias pero amables, amables que ven Sálvame, pero bellas en la desnudez que pisan, voy a saciarme de vida y cuando me dé la vuelta contaré anécdotas antes que ficción y aire embotellado.