malos días, días malos

Polaroid de mis dias

Ya tengo la impresión, no demasiado certera, de que ya han concluido mis días malos, malos días en los que me he dejado atrás algunos lastres. Lastres que me atormentaban, lastres que me impedían respirar con plenitud. En estos días malos apenas he podido leer ningún libro, los he comenzado a leer y me he cansado al rato, he leído algunos blogs, algunas webs, he visto cine, he visto documentales, también he leído algunas cosas publicadas en Facebook, en fin, tengo la mente ocupada, ocupada y preocupada, demasiadas cosas me distraían. En todo este tiempo no he dejado de comprar libros, pues llevo un tiempo sin bajar a la biblioteca pública, biblioteca que está debajo del edificio donde vivo, pero no es por pereza, es por que esos lastres me impedían tener contacto con las personas. Ahora quiero retomar lecturas, quiero establecer nuevos contactos, tengo esperanza en una vida nueva. A veces me ha llegado a pasar lo que le ocurría a Roberto Bolaño con los libros, compraba libros y se conformaba con acariciarlos, no los leía, a mí me ha llegado a ocurrir lo mismo. Es una vertiente fetichista digamos, que en mí desconocía. No hay nada como renovarse, renovar tu biblioteca con lecturas futuras y caminar un nuevo camino de honestidad en la escritura, y de nuevos amaneceres frente a un libro.