la verdad luego

palomas

Busco la verdad de los cien pájaros de hielo, que se escapan dejando aire que sabe a una absurda mentira, te quedas con una nada que empieza siendo una gota de delirio en la sombra, y acabas con la obsesiva plegaria que te corroe la paz, una paz de tortuga o una piedra rodante, son las premisas que siguen mi juego, en esta verdad sólida que acaba en ceniza en las manos y llega estropear la idea que tenían de ti, un chaval gracioso que aspira a ser lagartija o grillo, y cuando ven que la mentira se hace digna es como un pisotón bien rudo o una puta patada en la misma espinilla. La verdad déjasela a Dios, él sabrá qué coño hacer con ella, yo me acurruco mejor en la mentira del mundo, que me libra de tropiezos y de pies de rey que te miden la herida, mañana será todo, se consuelan algunos, si no lo ha sido ayer mañana será luego, un luego sin esperanza que espera un nuevo sol que no existe en la tierra, un después con porvenir de esos que no vienen nunca, ya lo dijo un Ángel González borracho de cordura. Lo llaman porvenir por que no viene nunca, así decía el poema, digo su nombre por que soy honesto, no soy un repetido epígono con caspa en los calzones, no soy yo otro aunque a veces lo quiera, lo triste es repetir lo que ya se sabe, o presumir de ser igual que casi todos, o fingir que no eres vanidoso, cuando todo lo anterior te sabe superior, la superioridad es una enfermedad del yo.