Aquí, en Internet, yacemos y pacemos varios escritores y poetas, ay, los escritores y poetas, vamos a sintetizar el nombre llamándoles a ambos los comunicadores de la vida, comunicadores, algunos grandes vividores, otros misántropos o misóginos, otros dandys o extrañas criaturas, maricones, profetas, comparadores, diseccionadores, aleccionados, sacrificados, déspotas, malditos, y buscadores de tesoros. Todos buscamos lo mismo, que nos publiquen, si no nos publican nos publicamos, somos exhibicionistas de nuestras ideas, Carmen Balcells es nuestro sueño dorado, somos mitómanos y vanidosos, algunos tienen la suerte de ser enchufados, de ser encaminados, para escribir bien solamente es necesaria una cosa, escribir lo que tú quisieras leer, es curioso el mundo de los escribientes, son un mundo cerrado, un mundo nepotista, un mundo donde solo caben aquellos que tienen algo en común, los escritores son colmena, colmena de reductos y estratos, de delirios de grandeza buscando la crítica ensalzable, hay poetas que todo lo regalan, y los hay quien no regala nada, buscamos la frase que quede hecha para la posteridad, buscamos la metáfora fosforescente, buscamos castillos donde cultivar nuestra fragancia, ay, los poetas americanos son innovadores, la realidad quizá sea otra, cada poeta vive su propia realidad, o la realidad que le dejan vivir, todos pretendemos fletar un barco que nos lleve al Caribe, y allí poder escribir la verdad nunca dicha, lo que todavía no se ha dicho, aunque sepamos los poetas que hay muchas cosas que no se han dicho, pero también sabemos que éstas jamás se dirán.