Huida incesante de lo que predice mi inteligencia, cuando el mar me reconozca yo me haré ola, cuando lo haga el viento me haré aliento, cuando lo hagas tú ya no seré yo, no seré yo por que la piedra quieta se ha movido esta tarde, la movió la mano de un niño con su inocente juego de tacto, pero la luna dice que todo vuelve a lo que antaño fue, yo moriré ante las estrellas y me haré estatua de piedra para que veas qué fue de mí, no, no quiero la estatua solemne en la plaza, quiero la estatua en la mirada como guardando un secreto, un secreto de Sangri-la y eternidad bajo las opacas sendas.